“Constancia, que nada te desconcierte”
El desaliento es enemigo de tu perseverancia. -Si no luchas contra el desaliento, llegarás al pesimismo, primero, y a la tibieza, después. -Sé optimista. (Camino, 988)
Constancia, que nada desconcierte. -Te hace falta. Pídela al Señor y haz lo que puedas por obtenerla: porque es un gran medio para que no te separes del fecundo camino que has emprendido. (Camino, 990)
No puedes "subir". -No es extraño: ¡aquella caída!...
Persevera y "subirás". -Recuerda lo que dice un autor espiritual: tu pobre alma es pájaro, que todavía lleva pegadas con barro sus alas.
Hacen falta soles de …