Busco aprovechar al máximo la vida. Es el sexto año de competición en Mini. Es un Mini pequeño, pero no creo que le quede mucho de Mini, esta es una máquina de carreras muy seria...
Siempre he sido un chico lleno de energía. Por diversas circunstancias, alrededor de los 20 años, estaba estudiando en Oporto y se muere mi abuelo. Eso me hace cuestionar muchas cosas en la vida: "¿A dónde vamos? ¿Qué es esto?" He comprado un barco a un amigo, y es curioso que es él quien me llevó por primera vez a un centro de la Obra. Resulta que este amigo ese verano muere en un accidente de coche. Fue gracias a él que fui a llamar a la puerta del centro. Fui porque tenía un gran aprecio por este amigo, me había dicho: "Mira, puedes ir allí a estudiar, hay gente estupenda...". Y de hecho fui, y me gustó mucho. Empecé un curso de doctrina católica, que fue impactante.
“Fue mi novia de entonces quien me ayudó a descubrir la belleza que tiene la fe, pero empecé a descubrir en los tiempos de oración un disfrute muy especial del alma cuando hablaba con Dios”
Fátima está aquí al lado, durante 20 años, no me ha dicho mucho… Vi a los creyentes llenos de prejuicios. Los veía como personas aburridas y que cumplían las normas, que no eran libres, que tenían esa fe y esas prácticas por miedo. De hecho, vi todo eso de manera reductora y equivocada. Fui allí y realmente me conmovió. Fui con incredulidad, sin ninguna expectativa. Y ver a toda esa gente alrededor de una imagen y una atmósfera de gran paz, me conmovió. "¿Qué es lo que mueve a toda esta gente?"
En ese momento tenía una novia. Tuve varias, cada una a la vez... Fue un noviazgo súper interesante, estábamos muy cerca. Fue ella quien me ayudó a descubrir la belleza que tiene la fe, pero empecé a descubrir en los tiempos de oración un disfrute muy especial del alma cuando se trata de Dios. Y comencé a ver cómo este afecto amoroso por otra persona, no es que fuera un obstáculo, sino que era superfluo, es decir, no lo necesitaba para esta felicidad que estaba descubriendo, que estaba tomando forma en mí.
Pedí la admisión como numerario del Opus Dei. Cuando di ese paso, pensé: "¡Hombre, esto sí que es la vida!" ¡Es un espectáculo! ¡Toda la vida adquiere un brillo espléndido, en todo...! La forma de estar con los demás, la forma de trabajar...
Soy ingeniero mecánico, especializado en el mantenimiento de edificios. La forma de hacer los deberes de cada día, todo adquiere un significado. Lo veo todo en el plan de Dios para mí, que no vislumbré antes. Llevo 16 años en una residencia, es genial estar con gente joven, ayudándoles a crecer y madurar, manteniendo la personalidad de cada uno, ayudándoles a ser mejores estudiantes y mejores amigos, mejores hijos.
Eso me enseñó la formación que recibo en la Obra. Es un mensaje tan hermoso, que transforma tantas vidas, incluso los que no descubren su vocación en el Opus Dei. Y esa es mi vida, eso es lo que intento hacer.