Trabajo en la urbanización de la Villa 31. Desde mi vocación profesional de arquitecto, pude conjugar todos esos saberes para proveer un techo digno a esas familias. Y, ahora, estoy con el mantenimiento de esas viviendas, hasta que los vecinos puedan conformar consorcio y eso pueda ser un edificio más de la ciudad. 

Me encanta lo social, desde lo público en la Villa 31, a lo privado en el Colegio Cruz del Sur, que está a unas cuadras de la Villa 21-24. Este colegio nace hace 15 años y es un proyecto de integración social con el barrio de Barracas. Yo me sumé a una ONG y ahora soy el director de la sede de Capital Federal. Venimos, más o menos, una vez por mes con 100 universitarios a colaborar en las tareas de construcción del colegio. 

Yo fui numerario del Opus Dei entre 2003 y 2011. Ahí conocí la Obra, las actividades y gente que sacaba adelante este colegio en los inicios. Y, naturalmente, me surgió ver qué quería Dios de mí, sabía que era un proceso de discernimiento y me tiré a la pileta. Hay un montón de aprendizajes, tanto humanos como en la relación con Dios, que para mí es súper trascendental. La Obra te plantea que tratar a Jesús es como tratar a una persona. 

Charlando con la persona con la que hablaba, veía algunas dificultades para mí o cosas que no me cerraban y le dije: “Bueno, yo creo que tengo vocación y, por eso, voy a seguir adelante”. Y me dijo: “Bueno, pero pensá si tenés vocación dentro del periodo de discernimiento”, y eso me ayudó para profundizar y rezar esas cosas. Estuve un año viendo el tema y al final, me pareció que Dios no me llamaba para ese lado y salí. Fue muy fácil, muy sencillo. 

Hoy soy lo que soy por todo el camino que tuve, Así que no cambiaría nada de mi camino

Siempre pensé el proceso de discernimiento como un noviazgo y sabía que los noviazgos pueden llegar al matrimonio o no. Recuerdo una conversación con un hermano, que me dijo: “No te olvides que en tu conciencia están vos y Dios”. Creo que, en ese espacio íntimo, siempre tuve libertad y yo era el capitán de mi vida. Los de afuera pueden opinar, pero en las decisiones importantes estamos yo y Dios. 

Me gusta pensar que el mensaje de la Obra es universal y actual. Universal, pues llega a cualquier parte del mundo y en cualquier estrato de la sociedad. Y que es actual, lo vi mucho en mis épocas de estudio y de trabajo. Me dice mucho para mi día a día, para cuando con un compañero de trabajo me cuesta el trato, o cuando no sé cómo hacer algo y quiero largar todo. 

No me arrepiento de mis años de numerario. Creo mucho en la Providencia y, también, en que cada paso que uno da en la vida, lo lleva a otro y a ser lo que uno es hoy en día. No me arrepiento de ser lo que soy hoy, y hoy soy lo que soy por todo el camino que tuve.

Ahora estoy de novio con Ine, hace casi tres años y en mayo próximo nos vamos a casar. Creo que soy una persona que persigue sus sueños y, entre esos sueños está mi desarrollo profesional y mi proyecto de familia. Ayudar a las personas a acercarse a Dios, ser muy amigo de mis amigos, ser muy familiero, y creo que todas esas cosas están en mi día a día.