Mi familia estaba en un momento de crisis, pues mis padres se peleaban mucho y ya no se hablaban. Los dos andaban, incluso, pensando en separarse. Esta situación nos afectó muchísimo a mis hermanos y a mí. Estos momentos tan tristes duraron cerca de un mes.
Pasados los días, le conté a una amiga lo que estábamos pasando. Ella me apoyó y me habló del beato Álvaro, al que conocí gracias a ella. Me encomendé a él.
Pasados los días, le conté a una amiga lo que estábamos pasando. Ella me apoyó y me habló del beato Álvaro, al que conocí gracias a ella
Después de pedirle durante una noche que me ayudara a que las cosas mejoraran en mi familia, su intercesión se fue presentando en los días sucesivos, ya que mis padres empezaron a platicar y a tratarse con más afecto cada día.
A los dos meses de mis oraciones se reconciliaron y su relación comenzó a mejorar. Ahora mismo son una pareja que se ama de nuevo. Espero que esta experiencia personal ayude en la canonización del beato Álvaro.