«Agradar a Dios». La gratuidad y la libertad del amor, entre los bastidores de lo cotidiano
«Que yo vea con tus ojos, Cristo mío». Así rezaba san Josemaría y así querríamos rezar también nosotros, a la vuelta de casi cincuenta años. Sí, nos ilusiona mirar el mundo, nuestra vida, nuestras cosas, con los ojos de Jesús. Con esa mirada todo cobra su verdadero sentido. Este libro recoge algunas de las perspectivas que se abren con esa mirada.
Agradar a Dios (IV): sé que te encantó, Jesús. Las cosas pequeñas
San Josemaría nos enseñó a cuidar las cosas pequeñas porque comprendía la capacidad del hombre de agradar a Dios con pequeños y casi minúsculos detalles realizados por amor.
El camino para encontrar a Dios en el trabajo
“Al principio no encontraba a Dios en mi trabajo”, cuenta Autimio. Este dentista brasileño cuenta que, gracias a san Josemaría, descubrió el secreto del trabajo bien hecho: buscar el amor a Dios y a los demás cuidando los pequeños detalles.
La relevancia de lo pequeño
¿Cuántas veces has visto en esta web algo interesante, pero no tenías tiempo para clicar? Te proponemos una selección de esos contenidos para ahora que –se supone- tienes más tiempo. Hoy, algunos ejemplos de cómo las cosas pequeñas importan tanto en lo humano como en lo divino.
Cosas pequeñas
La vida común y corriente de las personas, que los cristianos deseamos santificar, está entretejida de hechos y situaciones aparentemente sin relieve, de relaciones habituales y costumbres reiteradas que fácilmente podrían desembocar en un existencia rutinaria y superficial.
Todo es grande si se hace con amor
Mons. Álvaro del Portillo recuerda la importancia de la lucha en cosas pequeñas para amar a Dios.
Haz lo que debes y está en lo que haces
Charlotte es estudiante de ingeniería. Le atrajo un punto de 'Camino' y descubrió que, para ser santo, no hacen falta grandes hazañas.
Buscar a Dios en todas las cosas
El Fundador del Opus Dei aconseja en este vídeo aprovechar las situaciones ordinarias -el trabajo, las distracciones- para tratar a Dios y darle gloria (00'48'').
Evangelio del martes: ¿a qué se parece el reino de Dios?
Comentario al Evangelio del martes de la 30.ª semana del tiempo ordinario. “Es como la levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina hasta que fermentó todo”. Nuestro trabajo ofrecido a Dios, hecho con empeño, con sus defectos y sus brillos, es una semilla que nos santifica, trasforma nuestra familia y mejora la sociedad.
Evangelio del viernes: Jesucristo brilla en lo pequeño
Comentario del viernes de la 3.ª semana del tiempo ordinario. “El Reino de Dios viene a ser como un hombre que echa la semilla sobre la tierra, y, duerma o vele noche y día, la semilla nace y crece, sin que él sepa cómo”. La vida de un cristiano no es la vida de alguien que hace cosas grandiosas por sí mismo. Más bien, comienza con una pequeña simiente, cuya fecundidad depende de la unión con Cristo. Él nos espera en lo pequeño de nuestro día a día.