«En Condoray no solo nos enseñaban a hacer las cosas bien, sino a realizarlas con amor»
María Elena Paucar es exalumna del programa de Administración de Servicios de Hostelería del Instituto Condoray, de San Vicente de Cañete. Conoció esta institución por medio de su mamá, quien había aprendido a leer y a escribir, gracias a la labor de promoción de la mujer que esta institución realiza en la provincia de Cañete, Perú, desde hace 60 años.
«En el Policlínico El Salto tratamos de ver en cada paciente a Cristo»
Paula trabaja en un centro sanitario de Chile fundado hace 65 años bajo el impulso de Mons. Adolfo Rodríguez Vidal, primer sacerdote del Opus Dei que llegó al país, y que da una amplia asistencia médica a población migrante.
«Todos merecemos una segunda oportunidad»
Todos merecemos segundas oportunidades. De eso están seguros Andrea y Eduardo, un matrimonio argentino que desde hace 15 años lleva a cabo un programa de acompañamiento académico y laboral para más de 30 jóvenes en contextos de encierro. "Entran con un número de causas y salen con un título de grado y un oficio aprendido", explica Andrea quien confiesa que esta iniciativa "nace bajo las enseñanzas de san Josemaría".
La vida de un marino peluquero transformada por el mensaje de san Josemaría
Manuel Saavedra fue peluquero, y ahí, en ese trabajo y entre sus clientes, supo encontrar a Dios. Su historia, con unas circunstancias muy duras, dio un giro cuando entró en contacto con la labor del Opus Dei en Perú, un acontecimiento que cambió no sólo su vida, sino también la de su familia.
Dar gratis lo que gratis se ha recibido
Fernando, productor audiovisual ecuatoriano, renunció durante un tiempo a su trabajo para dedicarse íntegramente al cuidado de sus padres enfermos, y así honrarles por todo lo que habían hecho por él a lo largo de su vida.
«No se trata de establecer reglas estrictas sino de dar lo mejor de nosotros»
La vida cotidiana de Rodrigo y Mariana, guatemaltecos, refleja los desafíos de una pareja de nuestro tiempo que desea vivir su matrimonio no sólo como un compromiso terrenal, sino como una vocación que los guía hacia el cielo, aprendiendo del mensaje de san Josemaría.
El cuadro de Mariana
Una infancia difícil, una tragedia familiar, una fuerte depresión fueron las sombras del cuadro de Mariana, al que Dios agregó unas “luces” que le permitieron salir adelante y ayudar a muchos.
«Cambié mi vida para siempre»
Tras una infancia marcada por una carencia extrema, a los 13 años pudo salir de la calle al conseguir un puesto en un taller mecánico. Y su vida cambió para siempre. Con el paso de los años, Felipe pudo transformar el dolor en servicio y encontró a Dios en lo cotidiano de cada día. Hoy tiene su empresa y una fundación que da trabajo a gente en situación de calle.
Francisco se tatúa la santidad en el alma
De adolescente gamer a estudiante apasionado. Francisco entró en la universidad y su vida dio un vuelco hacia los libros, la filosofía y la mujer de su vida. Al dejar el puesto de alumno y emprender su carrera como catedrático, Dios se metió en su camino.
«En la Universidad apostaron por mí independientemente de mi discapacidad»
Sophia fue primero estudiante de la Universidad de Piura (Perú), de la que ahora es docente. En este vídeo cuenta su testimonio de inclusión en la Universidad y el espíritu de profesionalidad y amor al trabajo bien hecho que tratan de inculcar en esta institución educativa.