El Prelado con los jóvenes del UNIV: “Jesucristo nos asiste continuamente”

En los días previos al Triduo Pascual en Roma, Mons. Ocáriz se reunió con jóvenes de todo el mundo para dialogar sobre la fe, el trabajo y la ciudadanía

El lunes 14 por la tarde cientos de universitarias venidas de los cinco continentes para participar en el UNIV estuvieron en un encuentro con Mons. Fernando Ocáriz en Roma. Al inicio, el Prelado las invitó a dar gracias “por la carta que el Papa os ha escrito. Os la ha escrito a vosotras, a todas. Os ha llevado seguro a encomendar mucho al Papa, su salud –para que siga mejorando– y, junto a eso, también sus intenciones, su trabajo”.
A propósito de la Semana Santa, recordó que “es bueno que, junto a la alegría y la cantidad de actividades que tenéis estos días, centréis mucho el pensamiento y la oración en el misterio imponente de la Pasión, de la Resurrección de Jesucristo, tomando fuerza de estos días para, en adelante, tener mucho más presente en vuestras vidas que Jesucristo vive”. 
Este año el tema del UNIV es “Ciudadanos de nuestro mundo”. Esto dio pie al Prelado para alentar a “rezar mucho por tanta gente que está sufriendo en el mundo: guerras, terremotos, desgracias que se conocen por los medios de comunicación y muchas que no se conocen”. Recordó, inspirándose en palabras de san Pablo, que “todo el mundo es nuestro. Todo es muy nuestro y en todo podemos ayudar. Cuando oís una noticia de una guerra, decid una oración, eso vale muchísimo”.
Qué significa santificar el trabajo
Varias chicas intervinieron para compartir experiencias vitales y pedir oraciones o algún consejo. Entre ellas, Jimena, de México, que tiene 23 años y estudia Ingeniería Industrial y se gradúa este verano. Actualmente está trabajando en el área de operaciones de una distribuidora de componentes electrónicos: “Mi trabajo es coordinar que los embarques se vayan a tiempo y coordinar la comunicación entre diferentes áreas”. Jimena ha notado que últimamente sus compañeros y ella se sienten desmotivados porque el trabajo se vuelve repetitivo y monótono, y siente que no está aportando significativamente en la sociedad. 
-Me ilusiona saber y entender mejor qué significa santificar el trabajo, pues a veces siento que mi vida profesional se convierte en estar sentada en un escritorio contestando correos. 
-El trabajo es un tema muy central en el espíritu de la Obra. Hay un punto muy claro que decía san Josemaría: “pon un motivo sobrenatural a tu ordinaria labor profesional, y habrás santificado el trabajo” (Camino, 359). Uno puede pensar que esto es muy sencillo: “voy a ponerme a trabajar, voy a decir: se lo ofrezco a Dios, y ya está”. Es muy bueno hacerlo, pero no basta. El motivo sobrenatural no tiene que ser un motivo añadido, sino aquello que mueve, que da sentido, que es la razón profunda por la que se trabaja. Ese motivo sobrenatural es el amor a Dios y el servicio a los demás. Y ahí desaparece la monotonía. Siempre podemos hacer nuevo lo que realizamos. (…) El amor no es repetitivo. El amor no cansa, aunque supone tantas veces esfuerzo y sacrificio. ¡Adelante!
Amar a Jesús en la Eucaristía
El miércoles 16 de abril el Prelado tuvo otro encuentro con unos mil quinientos chicos venidos de todo el mundo. En la conversación se sucedieron preguntas y comentarios de un joven de Corea, otro de Iraq, varios de América y de Europa, etc. 
UNIV 2025 Ciudadanos de nuestro mundo
Ante la pregunta de un joven sobre cómo percibir la voluntad de Dios para cada uno, el Prelado le recordó que cuando pedimos a Dios y no recibimos, puede ser porque no pedimos bien, o porque necesitamos seguir pidiendo con paciencia, “o porque Dios nos está preparando algo que ni siquiera estamos en condiciones de imaginar”.
En estos días de la Semana Santa, Mons. Ocáriz también animó a los jóvenes a profundizar en el misterio y el gran don de la Eucaristía, porque “la vida cristiana no es sólo seguir unas ideas, ni unas normas de conducta, ni estar convencido de unas ciertas ideas, también es eso, pero sobre todo es alguien, Jesucristo, vivo, que nos está esperando en el Sagrario, en la Comunión, y nos está asistiendo desde el cielo continuamente”. Y añadió que “nuestra vida se equilibra si ponemos la Eucaristía en el centro”.