Personas en el mundo que acercan a otras a Dios

Un poco de la historia del Opus Dei y cómo es la vida de un miembro de la Obra, dos temas que trató el Padre Juan Carlos en el programa “Así es la vida” en Radio La Bruja.

El Opus Dei es una fundación del español Josemaría Escrivá de Balaguer, que la Iglesia ha reconocido como Santo hace relativamente poco, en el 2002; y también al Beato a Don Álvaro, que fue quien le sucedió en la guía del Opus Dei y que, básicamente, trae el mensaje de la santificación en el trabajo ordinario de cada día. Es decir, de que podemos llegar a ser santos en medio del día, simplemente, trabajando bien y haciendo el servicio a los demás a través del trabajo. 

Y, entonces, esta espiritualidad nace en Madrid, en 1928 y empieza a crecer de forma acelerada, especialmente, después de la Guerra Civil Española y, ahora mismo, hay 95.000 miembros en 70 países donde estamos trabajando. Está compuesta de sacerdotes y también de laicos. Entonces, los sacerdotes somos alrededor de 2.500. Hay laicos que viven en celibato apostólico, es decir, no se casan, que se llaman los numerarios. Ellos viven en centros, normalmente o también fuera; pero casi siempre viven en centros del Opus Dei. Numerarios varones en centros de varones, numerarias mujeres en centros de mujeres.

Luego, hay otros miembros que se llaman agregados que, en cambio, también viven el celibato pero no viven en centros, sino que viven en sus propias casas, la mayor parte. Hay otros numerarios que también lo hacen; pero, para los agregados su disponibilidad no es tan alta. Ellos viven con sus padres, los cuidan o con sus hermanos o independientes. Están más arraigados. En cambio, los numerarios se pueden mover con más facilidad.

Finalmente, está el grupo grueso que son los supernumerarios, que son familias o matrimonios donde él, o ella, o los dos son miembros del Opus Dei y que también intentan santificarse en esa familia. Trabajando y también en la familia, intentando de que sea una familia donde haya mucha luz y alegría. Hogares luminosos y alegres es lo que el fundador del Opus Dei quería para sus hijos supernumerarios. 

Eso es, más o menos, los miembros que tenemos. Aquí, en el Ecuador, somos más de 700; sacerdotes somos 2 y acaba de llegar el tercero y, el resto, serán unos 100 célibes —numerarios, numerarios agregados— y el resto son supernumerarios que están pululando por ahí, intentando hacer el bien. Yo creo que muchos de los que escuchan esto deben conocer a algún supernumerario aunque nunca se haya presentado como tal y es gente que, ahí donde está, intenta que la gente a su alrededor se acerque a Dios.