Santo Rosario

San Josemaría redactó de un tirón este breve libro una mañana de diciembre de 1931, después de celebrar la Santa Misa. Vertía un modo de meditar los misterios de la vida del Señor y de la Virgen, y de rezar con amor el Santo Rosario

San Josemaría redactó de un tirón este breve libro una mañana de diciembre de 1931, después de celebrar la Santa Misa. En sus páginas vertía un modo de meditar los misterios de la vida del Señor y de la Virgen, y de rezar con amor y piedad el Santo Rosario. Se ha traducido a más de veintitrés idiomas y cuenta con más de cien ediciones.

«He de contar a esos hombres un secreto —se lee en la Introducción— que puede muy bien ser el comienzo de ese camino por donde Cristo quiere que anden. Amigo mío: si tienes deseos de ser grande, hazte pequeño. Ser pequeño exige creer como creen los niños, amar como aman los niños, abandonarse como se abandonan los niños..., rezar como rezan los niños. Y todo esto junto es preciso para llevar a la práctica lo que voy a descubrirte en estas líneas: el principio del camino que tiene por final la completa locura por Jesús, es un confiado amor hacia María Santísima».

Estas páginas, de gran calidad literaria, desvelan la intimidad espiritual de san Josemaría, y concluyen con esta recomendación amigable, escrita en un tono cálido y cordial:

«Amigo mío: te descubrí un punto mi secreto. A ti, con la ayuda de Dios, te toca descubrir el resto. Anímate. Sé fiel. Hazte pequeño. El Señor se esconde a los soberbios y manifiesta los tesoros de su gracia a los humildes. No temas si, al discurrir por tu cuenta, se te escapan afectos y palabras audaces y pueriles. Jesús lo quiere. María te anima. Si rezas el Rosario así, aprenderás a hacer oración buena».

Puede leerse en www.escrivaobras.org