Evangelio del martes: un camino de felicidad

Comentario al Evangelio del martes de la 32.ª semana del tiempo ordinario. “... no hemos hecho más que lo que teníamos que hacer”. Cuando encontramos en otros a Cristo, podemos preguntarnos cómo nos esforzamos por ser también nosotros "otros cristos".

Evangelio (Lc 17, 7-10)

Si uno de vosotros tiene un siervo en la labranza o con el ganado y regresa del campo, ¿acaso le dice: «Entra enseguida y siéntate a la mesa»? Por el contrario, ¿no le dirá más bien: «Prepárame la cena y disponte a servirme mientras como y bebo, que después comerás y beberás tú»? ¿Es que tiene que agradecerle al siervo el que haya hecho lo que se le había mandado? Pues igual vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: «Somos unos siervos inútiles; no hemos hecho más que lo que teníamos que hacer».


Comentario al Evangelio

En el evangelio de hoy el Señor nos muestra un camino más profundo de conocimiento propio: el saber que estamos para servir. La llamada universal a la santidad consiste en identificarnos con Cristo y no debemos olvidar que “el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir”[1].

Si somos conscientes de que estamos para servir, al llegar el final del día y ver que hemos ayudado y estado a disposición de las necesidades de los demás, podremos concluir en lo que Jesús nos dice “Somos unos siervos inútiles; no hemos hecho más que lo que teníamos que hacer”.

El ser cristiano implica aprender del Señor, procurar seguir su ejemplo, y Él va por delante enseñándonos el servicio. Luego de lavar los pies a los doce les dice “os he dado ejemplo para que, como yo he hecho con vosotros, también lo hagáis vosotros (…). Si comprendéis estos y lo hacéis, seréis felices”[2].

El ejemplo de Jesús nos puede iluminar para entender la vida como servicio, vivo para amar, y amar es servir. Podemos imitar al Señor y servir en mil detalles concretos que hacen la vida agradable a las personas con las que convivimos o trabajan. Desde el cumplimiento cuidadoso y detallado de nuestro trabajo profesional a rezar por las personas que necesitan de nuestra oración. Si entendemos la vida de este modo seremos felices, con una felicidad nueva que llena nuestro corazón.


[1] Mt 20, 28

[2] Jn 13, 15.17

Sebastián Puyal // Tina Witherspoon - Unplash