La educación y la responsabilidad civil
Un hombre o una sociedad que no reaccione ante las tribulaciones o las injusticias, y que no se esfuerce por aliviarlas, no son un hombre o una sociedad a la medida del amor del Corazón de Cristo.
¿Qué es y cómo se vive el desprendimiento?
Se lee en el Evangelio de Lucas: "A otro le dijo: Sígueme. Pero éste contestó: Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre. Y Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios. Y otro dijo: Te seguiré, Señor, pero primero permíteme despedirme de los de mi casa. Jesús le dijo: Nadie que pone su mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios".
Evangelio del domingo: El administrador astuto
Comentario del 25.º domingo del Tiempo ordinario (Ciclo C). “Quien es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho”. El espíritu del Evangelio requiere un estilo de vida serio y lleno de alegría, de trabajo, honestidad y el respeto a los demás.
Evangelio del domingo: El tributo al César
Comentario del 29.º domingo del Tiempo ordinario (Ciclo A). “Sabemos que eres veraz y que enseñas de verdad el camino de Dios”. Cuando nos encontremos una contraposición entre el servicio a Dios y el servicio a los demás, acudamos a Jesús en la oración para saber responder con justicia y caridad.
Evangelio del martes: el camino de Dios según la verdad
Comentario al Evangelio del martes de la 9.° semana del tiempo ordinario. “Sino que enseñas el camino de Dios según la verdad”. La vida cristiana es un continuo discernimiento entre la verdad y la mentira. Jesús, Camino, Verdad y Vida, se ofrece para hacer con nosotros el camino. Tomar su mano es abrirse a su palabra y seguir sus pasos.
Evangelio del lunes: romper los ciclos del odio
Comentario al Evangelio del lunes de la 11.° semana del tiempo ordinario. “Al que quiera entrar en pleito contigo para quitarte la túnica, déjale también el manto. A quien te fuerce a andar una milla, vete con él dos”. Vivir la ley de Cristo en plenitud implica saber perdonar, renunciando si es necesario a exigir que se aplique “milimétricamente” la justicia cuando alguien nos ha causado un daño.