Número de artículos: 44

Anita: «La Obra sigue siendo mi familia»

Ana María Cordero –Anita– fue numeraria auxiliar durante muchos años. Después de un tiempo de haberlo rezado mucho, se dio cuenta que ese no era su camino, pero “sintiendo siempre que estaba con las puertas abiertas para volver a los medios de formación”.

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Jillian, Singapur: «Cambié mi forma de ver las cosas»

Jillian tiene 26 años y es de Singapur. Atraída por la alegría que veía en los demás, encontró su vocación en el Opus Dei. “Veo la vida con nuevos ojos, encontrando a Dios en el trabajo diario y en los sencillos actos de amor.”

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Miriam, Brasil: «Dios, al igual que el GPS, ahora recalcula tu camino»

Miriam, de Brasil, tiene 34 años y es Médico ginecóloga y obstetra. Está casada y tiene un hijo de meses. Fue durante un tiempo agregada del Opus Dei, hasta que vio que su camino era otro, tras un período de reflexión en el que siempre se sintió acompañada y comprendida.

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Francisco, Chile: «Todo esto que he vivido, ¿es para mí? ¿O para alguien más?»

A los 40 años, Francisco se detuvo a mirar su vida y se preguntó si todo lo recibido debía guardarlo para sí o entregarlo a otros. Ese cuestionamiento lo llevó a descubrir un camino de servicio y la certeza de que cada paso vivido le ha servido para el paso siguiente.

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Laura: «Quería que mi trabajo ayudara a las personas a ser mejores»

Laura tiene 31 años y vive en Valencia. De chica aprendió a rezar y esto ha marcado el ritmo y el contenido de sus decisiones. Responder a la vocación de numeraria fue para ella el inicio de un camino que hoy recorre como administradora en el Opus Dei, un ámbito en el que conjuga su pasión por crear, comunicar y cuidar.

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Ilona, Finlandia: «Me gusta pensar en mí misma como alguien con sisu»

El sisu es una palabra finlandesa que se traduce como perseverancia, valentía o determinación. Ilona representa bien este concepto: nacida en un país donde los católicos son una minoría, sueña con cambiar el mundo a través de su trabajo como académica. “Desde la estadística, con datos, hago frente a la polarización. No todo es blanco o negro”, asegura.

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Dani, Bolivia: «¡Quién no tiene exigencias en su vida!»

Dani se define como una persona muy competitiva, que siempre aspiraba a más en la vida. Ahora sigue apuntando bien alto, pero desde otra perspectiva: “El Opus Dei para mí ha significado un cambio total en mi vida, porque me ha dado otra visión acerca de para qué estamos acá en el mundo”.

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Shiró, Kenia: «Ningún hombre es una isla... nos necesitamos los unos a los otros»

A Shiró le hace feliz estar entre la gente: “Necesito a las personas, y sentir que ellas me necesitan hace que quiera dar lo mejor de mí misma.” Esta apertura le llevó a empezar estudios relacionados con la salud y más adelante de hostelería y restauración en su país, Kenya. También comenzó una iniciativa social para ayudar a niños de la calle. Todas estas experiencias le confirmaron en su vocación al Opus Dei como numeraria auxiliar.

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Renata, Brasil: «Dios me llama al mundo, y en él encuentro mi vocación»

Renata es biomédica, relata cómo su vocación se entrelaza con su trabajo en terapia celular avanzada, enfrentando el cáncer mientras sigue el camino del Opus Dei en su vida cotidiana. En su historia, la ciencia y la fe convergen como una fuente de inspiración y dedicación.

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Mónica, Bolivia: «Cada cambio que trae la vida es una nueva oportunidad para crecer»

Mónica nació en Cochabamba, en una familia que representaba "el arco iris de Bolivia", pues su padre era de La Paz y su madre de Santa Cruz. Estudió en el Colegio Alemán y luego en Buenos Aires, donde se graduó en Ingeniería Agronómica en la UBA. Posteriormente, cursó Filosofía y un máster en enseñanza de la misma. Se ha dedicado a proyectos de desarrollo y a la docencia, y enfatiza que su especialidad es "cambiar", pues su vida ha estado marcada por diversas oportunidades y giros profesionales.

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