Opus Dei

Comentario al Evangelio de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús (Ciclo C). “Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me perdió”: Alegrémonos y acudamos a la intercesión de la Virgen María, cuyo corazón latió al unísono con el de Cristo, para que no dejemos nunca de pasmarnos frente a este misterio: que nosotros somos el tesoro del Corazón de Dios.

Comentario del jueves de la 16.ª semana del tiempo ordinario. “¿Por qué les hablas con parábolas?”. El mensaje profundo y liberador que encierran las parábolas de Jesús solo puede ser asimilado por aquellos que ponen su confianza en el Señor.

Comentario al Evangelio en la fiesta de Santiago apóstol. “El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en redención de muchos”. Este ha de ser el sentido de la vida de cada cristiano: para dar la vida por amor.

Comentario al Evangelio de la fiesta de la Transfiguración del Señor (Ciclo C). “Escuchadle”. Para escuchar a Jesús, los apóstoles suben al monte de la oración y se disponen a escuchar todo cuanto quiere decirles. Con una humilde perseverancia en la oración comprenderemos y haremos la voluntad de Dios.

Comentario del lunes de la 19.ª semana del tiempo ordinario. “El primer pez que pique sujétalo, ábrele la boca y encontrarás un estáter; lo tomas y lo das por mí y por ti”. Ante las dificultades, dolores o sufrimientos, el remedio es siempre mirar a Cristo.

Comentario del viernes de la 3.ª semana de Adviento. “Las mismas obras que yo hago, dan testimonio acerca de mí, de que el Padre me ha enviado”. Acudamos al Señor en el Sagrario a buscar luz y fuerzas para nuestra vida interior.

Comentario al Evangelio del martes de la 3.ª semana del tiempo ordinario. “Éstos son mi madre y mis hermanos: quien hace la voluntad de Dios”. El Señor nos describe hoy la identidad de los que le siguen, de los cristianos: hijos que quieren identificarse con la voluntad de su Padre.

Comentario al Evangelio del 4.º domingo del tiempo ordinario (ciclo A). “Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados”. Unidos a Cristo, adquirimos la fuerza para transformar el sufrimiento en amor redentor.

Comentario del Domingo de la Divina Misericordia. “Trae aquí tu dedo y mira mis manos, y trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente”. La fe es un regalo que hemos de cultivar y practicar con obras diarias, es el don de los verdaderos enamorados del Señor.

Comentario al Evangelio del sábado de la 4.ª semana de Pascua. "Nadie va al Padre si no es a través de mí". Pidamos a la Virgen María que nos ayude a abrir el corazón, que tengamos añoranza del hogar de nuestro Padre, que nos maravillemos y nos alegremos ante el don de ser verdaderamente hijos de Dios.