Opus Dei

Guadalupe tuvo la oportunidad de celebrar la Navidad en distintos lugares, como Madrid, Bilbao, México o Roma. Su epistolario y los testimonios de quienes la conocieron, nos permiten acercarnos a algunos de esos momentos que están llenos de detalles espirituales, familiares y solidarios.

Cuando las primeras mujeres del Opus Dei marcharon a México a comenzar la labor apostólica, no dudaron en ponerse bajo la protección de Nuestra Señora de Guadalupe. Entre ellas se encontraba Guadalupe Ortiz de Landázuri, que debía su nombre a esta advocación mariana, pues nació el día de su fiesta.

Rosalía López tiene 93 años y una lucidez mental que muchos querrían a su edad. Los recuerdos se le agolpan entre pecho y espalda, y los suyos valen oro. Como ella misma comenta con desparpajo: “¡Que me quiten lo ‘bailao’!”

En este artículo, Esteban López-Escobar relata, en palabras de Eduardo Ortiz de Landázuri, la actitud de su hermana Guadalupe ante la ejecución de su padre. “Antes morir que manchar el vivir”, se decía en su familia.

Relato de un número (el 58), una novena a Guadalupe y el título de intercesora de una chica que investiga el cáncer.

En la biografía de Guadalupe Ortiz de Landázuri el 18 de mayo se ha convertido en un día especial. Sucesos importantes tuvieron lugar en ése día a lo largo de su vida: en 1924, su primera comunión; en 1944 llegó a vivir a un centro de la Obra...

Necesitaba que la Universidad me permitiera incorporarme más tarde.

El 25 de enero de 1944 Guadalupe acudió por primera vez a un centro del Opus Dei donde conoció a san Josemaría. Aquel diálogo supuso el inicio de su vocación.

Cuando a mi sobrino le fue detectada una enfermedad autoinmune, empecé a acudir a Guadalupe.

Durante sus años en México, Guadalupe Ortiz de Landázuri puso en marcha varios proyectos de formación para jóvenes. El paso del tiempo permite apreciar su legado en ese país.