La familia O’Bar: la felicidad en medio del dolor
Vince escuchó hablar por primera vez de la espiritualidad de san Josemaría, cuando una amigo del gimnasio le invitó a un retiro espiritual. Él y su mujer estaban pasando un momento de sufrimiento, por la enfermedad de uno de sus hijos.
Noviazgo y matrimonio
El amor humano es una aventura estupenda. Yo lo sé por el amor divino, que es mucho mas, pero que es compatible con el amor humano; con el amor humano santo, como el vuestro.
Los chicos del coro
El coro de la ceremonia de la beatificación de Álvaro del Portillo también nos deja una melodía de buenas historias. Por ejemplo, la de Luis y Kika, un matrimonio de Valencia, padres de trece hijos, que lleva muchos años "dando la nota".
Dios y la familia
Que no olviden que el secreto de la felicidad conyugal está en lo cotidiano, no en ensueños. Está en encontrar la alegría escondida que da la llegada al hogar; en el trato cariñoso con los hijos.
Conciliar familia y trabajo
El remedio —costoso como todo lo que vale— está en buscar el verdadero centro de la vida humana, lo que puede dar una jerarquía, un orden y un sentido a todo.
La mujer en la vida social
También en esos sectores puede dar la mujer una valiosa contribución, como persona, y siempre con las peculiaridades de su condición femenina; y lo hará así en la medida en que esté humana y profesionalmente preparada.
Amor conyugal
El matrimonio está hecho para que los que lo contraen se santifiquen en él, y santifiquen a través de él: para eso los cónyuges tienen una gracia especial, que confiere el sacramento instituido por Jesucristo.
Familia y profesión: Compartir tareas
Me parece, pues, que tanto el hombre como la mujer han de sentirse justamente protagonistas de la historia de la salvación, pero uno y otro de forma complementaria.
Cuatro generaciones en una casa
"Pronto encontramos esta casa que todavía estamos pagando, pero donde hemos sido muy felices. Con literas y compartiendo espacios, lo cual tiene muchas ventajas". Un matrimonio madrileño cuenta la alegría con la que han vivido las estrecheces económicas propias de una familia numerosa.
Cuando educar en la fe es divertido
Somos Evaristo (mis amigos me llaman Varis) y mi mujer Josefina (Fina). Vivimos y trabajamos en Vigo. Dios nos ha regalado 7 hijos. Fina y yo estamos muy contentos de pertenecer al Opus Dei. Cuando nos casamos compartíamos un proyecto: pasárnoslo bien educando en la fe a nuestros hijos.