Como en una película: Las bodas de Caná. Comienza la cuenta atrás
Nos adentramos en el primer milagro de Jesús. La alegría de los esposos. El drama cuando empieza a escasear el vino. La intervención de María. El trabajo de los sirvientes. El asombro del maestresala. San Juan nos muestra cómo fue el primero de los signos con el que Cristo manifestó su gloria.
Serie de textos «Como en una película»
San Josemaría animaba a contemplar la vida de Jesús “como en una película”. Sin muchos libros ni demasiadas palabras, sino echando a volar la imaginación: mirar el taller en el que trabajó junto a José, oír su voz en el monte de las bienaventuranzas, tocar junto a Tomás su costado abierto... En definitiva, procurar adentrarnos en sus pensamientos y en los de la gente que estuvo a su lado.
Como en una película: «Un perfume con valor de eternidad»
En la unción en Betania María quiso despedir a Jesús y manifestarle su cariño de un modo que perduraría con el paso de los siglos.
Como en una película: «La experiencia del desierto»
La vida de Jesús no estuvo libre de dificultades. Antes de comenzar su ministerio público pasó cuarenta días de ayuno y de penitencia en el desierto, donde sufrió las tentaciones del demonio. Aquella experiencia nos puede mostrar un camino para ver las dificultades como oportunidades para madurar nuestra vocación cristiana.
Como en una película: «Buscadores de Dios»
Los magos dejaron atrás muchas cosas para buscar al Rey de los judíos: hogar, amigos, sus propias seguridades… Pero el deseo interior que les llevó a ponerse en marcha acabó en un gesto con el que manifestaban lo único importante en sus vidas: «Y postrándose le adoraron» (Mt 2,11).
La vocación de María narrada como en una película
Hay películas que hemos visto tantas veces que somos capaces de repetir algunos diálogos de memoria. Muchas de ellas se ambientan en lugares en los que no hemos estado nunca, pero que nos resultan muy familiares. La anunciación es una de esas películas con las que nos sentimos como en una segunda casa.
Como en una película con el joven rico: «Entrar en la Vida»
En el Evangelio tienen lugar sucesos que desconciertan. Aparecen personajes con historias que no son precisamente redondas, sino que acaban con un poso de amargura. Uno de ellos es el joven rico. Sin embargo, es precisamente a través de la tristeza del relato lo que permite a Dios ofrecer motivos para la esperanza.
Como en una película: «Abrazar la condición de hijos»
Jesús explica la fuerza del amor divino usando una imagen con un inicio sorprendente: dos hijos que desprecian a su padre. Uno, alejándose de él y rompiendo todo vínculo familiar; el otro, viviendo junto a él, pero con el corazón en la recompensa. Solo cuando empiecen a redescubrir su verdad más íntima, se dispondrán a acoger la felicidad que buscan.
Como en una película: «Vivir de fe»
En la multiplicación de los panes y los peces, Jesús invita a los apóstoles a no vivir según sus propios cálculos humanos, sino confiando en el don divino.
Como en una película: Confiar en la palabra que salva
Pedro jamás olvidaría aquel encuentro con Jesús. Después de una noche de fracaso, se fía de su invitación a echar las redes y descubre un océano insospechado. Tiempo después, cuando algunos discípulos se alejaron del Maestro, volvería a reafirmar su decisión de confiar en su palabra.