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Alma sacerdotal

En el Año sacerdotal convocado por el Papa con ocasión del 150º aniversario de la muerte de San Juan María Vianney, intensificamos nuestra oración por los sacerdotes y consideramos una realidad esencial de nuestra vida: todos, sacerdotes y laicos, tenemos alma sacerdotal.

Editorial: La misión educativa de la familia

El amor entre los padres genera en la familia un ambiente que facilita la educación y el servicio a los demás. Este es el tema de un editorial sobre la misión educativa de la familia, del que publicamos la primera parte.

La Misa

El sacerdote existe para la Eucaristía. En el año sacerdotal, ofrecemos un breve vídeo en el que se reflexiona sobre la celebración de la Misa, como centro de la existencia cristiana.

Vida cristiana

Alma sacerdotal, Alma de Cristo

Cada mañana, al comenzar la jornada, podemos decir al Señor que queremos que el nuevo día sea también para él, le ofrecemos nuestra vida, nuestro corazón, nuestro trabajo... Esta oferta es posible porque cada cristiano tiene un alma de sacerdote.

“Dos temas capitales: ellas y los sacerdotes”

Así se expresaba san Josemaría en 1940. Porque la llamada a la santidad es universal, desde 1930 y 1943 Dios mostró que el camino del Opus Dei es para todos. Recogemos los textos de la biografía escrita por Vazquez de Prada que relatan esos años.

Vida de María (I): la Inmaculada Concepción

En el Año Mariano, iniciamos una serie de textos sobre la Vida de la Virgen. Se añaden comentarios del Magisterio y de los Padres de la Iglesia, de los santos y de los poetas. El primero, sobre la Inmaculada Concepción.

Las madres de los sacerdotes

“El Señor ha escogido lo mejor de mi casa”. Así lo afirma en este vídeo la madre de un sacerdote, y es quizá lo que piensa cada una de ellas. En la serie sobre el año sacerdotal, les dedicamos este vídeo (03’23’’).

Vida cristiana

La Eucaristía, corazón del sacerdocio

Prosigue el año dedicado a la oración por los sacerdotes. En este vídeo, cuarto de la serie iniciada en este website, se habla sobre la unión entre el sacerdocio y el Santo Sacrificio.

Vida cristiana

Trabajar bien, trabajar por amor (III): Trabajo y contemplación (I)

Ser contemplativos es disfrutar de la mirada de Dios. Por eso, quien se sabe acompañado por Él a lo largo del día, ve con otros ojos las ocupaciones en que se empeña. Texto editorial sobre el trabajo.

Trabajar bien, trabajar por amor (II): Trabajar a conciencia

A quien desea ser santo, no le basta trabajar: debe trabajar bien, empeñándose, aceptando los fracasos, y aprendiendo a vivir las virtudes -como la paciencia o la caridad- en su ocupación diaria. Texto editorial sobre la santificación del trabajo.