Una celebración de fe y vida ordinaria en Salcantay

Celebramos a san Josemaría en el colegio Salcantay con actividades que unieron fe, arte y compromiso en la vida cotidiana.

Con ocasión de la fiesta de san Josemaría, nuestro santo intercesor y fundador del Opus Dei, el colegio Salcantay de Lima organizó una serie de iniciativas para acercar a nuestras alumnas al mensaje profundo y actual de quien supo descubrir a Dios en lo cotidiano. San Josemaría, el santo de lo ordinario, sigue siendo fuente de inspiración y alegría: su figura invita a mirar la vida con fe, entrega y esperanza.

Una celebración de unidad y participación

Durante los días previos a su fiesta, celebramos la Santa Misa con las alumnas de Elementary y Middle School, quienes también tuvieron la oportunidad de acudir al sacramento de la reconciliación y recibir la sagrada comunión.

La misa central se celebró el miércoles 26 de junio y fue preparada con cariño por las alumnas de High School (9.°, 10.° y 11.° grado), quienes leyeron las lecturas, las intenciones y la acción de gracias. El coro Salcantay, junto con profesoras de música, acompañó la liturgia, que se vivió con recogimiento, alegría y sentido comunitario.

Caminando con san Josemaría

Una semana antes, desde el área de Formación en coordinación con el departamento de Religión, lanzamos el proyecto “Caminando con san Josemaría”. Nuestro objetivo fue que todas las alumnas —desde 1. ° hasta 11. ° grado— pudieran descubrir el mensaje del santo a través de sus obras: Camino, Surco y Forja.

Muchas se animaron a participar y nos sorprendieron con la profundidad y autenticidad de sus propuestas.

Las más pequeñas de Elementary eligieron frases que luego representaron mediante dibujos o mensajes inspirados en su vida diaria. Las alumnas de Middle y High School realizaron trabajos de arte y literatura, fruto de su lectura personal y reflexión. Muchas se animaron a participar y nos sorprendieron con la profundidad y autenticidad de sus propuestas.

Una jornada con sentido

A lo largo de la jornada, esos mensajes fueron creando una atmósfera de unidad, entrega y alegría cristiana.

La mañana del día central, el patio principal del colegio se llenó de color y sentido. Las alumnas exhibieron sus trabajos en una exposición abierta, cada uno acompañado de un pequeño post-it en el que escribieron un compromiso concreto para ese día: actos de generosidad, servicio, alegría o fe vivida en lo ordinario. A lo largo de la jornada, esos mensajes fueron creando una atmósfera de unidad, entrega y alegría cristiana.

Por la tarde, los padres de familia que llegaron a recoger a sus hijas pudieron recorrer la muestra. Fue una manera sencilla pero significativa de compartir en familia el espíritu de esta fiesta.

Alegría que se comparte

Como gesto final, quisimos regalar a nuestras alumnas y al personal del colegio una sorpresa sencilla pero llena de simbolismo: donuts para todos. La sonrisa en sus rostros y el ambiente festivo que se vivió ese día reflejaron el deseo de san Josemaría: que la vida ordinaria se convierta en lugar de encuentro con Dios, de servicio a los demás y de alegría compartida.