Francisco y la importancia de la mujer

El Papa Francisco ha afirmado que “El don de la Madre, el don de toda madre y de toda mujer es muy valioso para la Iglesia”

El Papa Francisco ha señalado una de sus características: “mientras el hombre frecuentemente abstrae, afirma e impone ideas; la mujer, la madre, sabe custodiar, unir en el corazón, vivificar”. Por eso, “para que la fe no se reduzca sólo a una idea o doctrina, todos necesitamos de un corazón de madre”.

En este sentido reconoce su peculiar aporte a la vida social: “El genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales” (Evangelii Gaudium, n. 103). Y justamente en atención a la alta dignidad de la mujer es que el Papa nos recuerda la importancia de la Virgen en la Iglesia, que sin desempeñar el papel de los apóstoles es “María, la que ayuda a crecer a la Iglesia. Pero dense cuenta de que la Virgen es más importante que los Apóstoles. Es más importante. (…) Pablo VI escribió una cosa hermosísima sobre las mujeres, pero creo que se debe ir más allá en la explicitación de este papel y carisma de la mujer. No se puede entender una Iglesia sin mujeres, pero mujeres activas en la Iglesia” En el viaje de vuelta de Río de Janeiro, uno de los periodistas le preguntó: ¿Cuál debe ser el papel de la mujer en la Iglesia? ¿Qué hacer hoy para darle una mayor visibilidad? A lo cual el Papa respondió: “Es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. Temo la solución del «machismo con faldas»”, porque la mujer tiene una estructura diferente del varón. (…) Las mujeres están formulando cuestiones profundas que debemos afrontar. La Iglesia no puede ser ella misma sin la mujer y el papel que ésta desempeña. La mujer es imprescindible para la Iglesia. (…)

En los lugares donde se toman las decisiones importantes es necesario el genio femenino. Afrontamos hoy este desafío: reflexionar sobre el puesto específico de la mujer incluso allí donde se ejercita la autoridad en los varios ámbitos de la Iglesia”. Lo que el Papa Francisco está proponiendo es reconocer el ser femenino, que no se puede reducir a su “hacer”; según el Papa ese ser “no hay que buscarlo tanto por la funcionalidad”, funciones que atienden a su hacer y no a su ser siendo que éste “es más importante que una reivindicación funcional” (…). Por eso afirma: “cuando me preguntan «sí, pero la mujer podría tener más…» ¿Pero qué era más importante el día de Pentecostés, la Virgen o los apóstoles? La Virgen. Lo funcional nos puede traicionar en el poner a la mujer en su sitio. Que hay que ponerla. Sí, porque todavía falta mucho, y trabajar para que pueda dar a la Iglesia la originalidad de su ser y de su pensamiento”. Y coherentemente con ese reconocimiento de la dignidad de la mujer denuncia las injusticias de las que es objeto, su postergación, la violencia o maltratos que sufre y que el Papa invita a superar ya que con ello pierden todos; en cambio cuando se reconoce la dignidad de la mujer, la originalidad de su ser, ganan todos en la sociedad y en la Iglesia.

Genara Castillo Córdova

Profesora

Facultad de Humanidades Universidad de Piura