Cada aniversario del tránsito al cielo es una ocasión de fiesta, porque celebramos a nuestro querido san Josemaría y nos lo recuerda una canción que suena todas las mañanas a la entrada de los niños en los parlantes del Preschool.
Todo empieza dos semanas antes, en que los niños durante las clases de religión, escuchan historias y anécdotas de su vida y así se van compenetrando en la aventura maravillosa que fue su vida: sus padres, sus hermanos, la fundación del Opus Dei, sus viajes apostólicos por las carreteras de Europa y en América, sus peregrinaciones marianas a Guadalupe, Fátima, Lourdes o Aparecida así como a otros santuarios.
La semana del 26 inicia con una visita de un títere de san Josemaría por todos los salones llevando la invitación a su gran fiesta, así como la lectura de los puntos breves de algunas de sus obras en cada salón.

“Descubre quÉ te quiere decir san Josemaría el día de hoy”
El día central, recibimos a las familias con un mensaje grande en la entrada de la escuela: “Descubre qué te quiere decir san Josemaría el día de hoy” y colocamos un ánfora con algunos puntos del libro Camino, para que ellos escojan uno al azar. Al leerlo, podemos observar en las expresiones de sus rostros, que son puntos que —no pocas veces, dan en el clavo— y llegan justo en el momento indicado.

A las 8 de la mañana del 26 de junio empieza la diversión, con una carta que Relojerico —tomando el nombre del ángel de la guarda de san Josemaría— lleva a los niños contándoles todos los juegos que harán: patos al agua, la tía Bigotes, la sopa de tomate… Son algunos de los juegos que los niños realizan en una divertida gymkana.
La diversión continua con una dramatización que hacen las profesoras, de algunas de las anécdotas más significativas en la infancia de san Josemaría: cuando no quiso tomar la sopa de tomate, cuando se escondía bajo la cama para no saludar a sus tías y más.
San Josemaría aprendió que PONIEndo su mejor esfuerzo y dando amor en lo que hacía, todo iba mejor.
Los niños se divierten mucho y aprenden observando que, —a san Josemaría, cuando era niño como ellos, como a cualquier hombre mortal— también hubo cosas que le costaron, pero aprendió que poniendo su mejor esfuerzo y dando amor en lo que hacía, todo iba mejor.
Luego de un picnic donde juntos toman sus alimentos, los niños cierran el día elaborando dibujos que luego decorarán en un mural y confeccionan un cuadro pequeño con la imagen de san Josemaría que llevan a casa para ponerlo en un lugar especial.
Así vivimos en el PreSchool – Alpamayo & Salcantay esta gran fiesta donde lo importante es aprender, gracias a las enseñanzas de san Josemaría, que en el día a día, dando lo mejor de nosotros y haciendo las cosas con amor, podemos ir labrando nuestro camino al cielo.