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Santos de a pie

Dios no te arranca de tu ambiente, no te remueve del mundo, ni de tu estado, ni de tus ambiciones humanas nobles, ni de tu trabajo profesional... pero, ahí, ¡te quiere santo! ‘Forja’, 362

Jesucristo vive

Recogemos comentarios de san Josemaría sobre el trato con Jesucristo.

Un borrico fue mi trono

"Cuando se acerca el momento de su Pasión, y Jesús quiere mostrar de un modo gráfico su realeza, entra triunfalmente en Jerusalén, ¡montado en un borrico! Estaba escrito que el Mesías había de ser un rey de humildad", escribe san Josemaría.

¿Progresista e integrista?

¿Qué papel cree que pueden tener en esta hora las tendencias que de modo general han sido llamadas "progresista" e "integrista"?

Habemus Papam!

Tras el anuncio de la elección del nuevo Romano Pontífice S.S. Francisco, recogemos algunas notas con las que San Josemaría describía el afecto hacia el Papa: "Tu más grande amor, tu mayor estima, tu más honda veneración, tu obediencia más rendida, tu mayor afecto ha de ser también para el Vice–Cristo en la tierra, para el Papa. -Hemos de pensar los católicos que, después de Dios y de nuestra Madre la Virgen Santísima, en la jerarquía del amor y de la autoridad, viene el Santo Padre".

19 de marzo, fiesta de San José: ¡que se note!

Textos de san Josemaría para la fiesta de San José.

San José, padre del Señor

El Fundador del Opus Dei veía en san José al padre fuerte y cariñoso que Cristo quiso tener en la tierra. A él le pedía que le enseñase a tratar a María y a Jesús: “¡Cómo lo abrazaría, cómo lo besaría!...” (2’15’’).

Por ti, por mí, por todos - "Santificar la vida ordinaria", de San Josemaría

"Santificar la vida ordinaria", de San Josemaría

Hablar a Dios con el corazón

Para hablar con Dios, aconsejaba San Josemaría a un amigo, “no escojas las palabras. Como cuando hablas con tu mujer y con tus hijos, o con las personas que quieres... Deja que tu corazón marche” (2’42’’).

Mirar al crucifijo

Acordarse de Dios en el trabajo no siempre es fácil. Un pequeño crucifijo sobre la mesa puede ayudar a dirigir el pensamiento al Señor mientras continuamos con nuestras tareas. Así lo hacía san Josemaría (00’38’’).