Unidos a las intenciones del Prelado del Opus Dei, pidamos a Dios nos conceda ser “sembradores de paz y de alegría” en nuestro propio ambiente. Sintamos también la necesidad de rezar y pedir al Señor que envíe a toda la Iglesia –y en particular a la Prelatura- muchas vocaciones al celibato apostólico, ofreciendo oración y sacrificios generosos, rogándole “que envíe obreros a su mies” (cfr. Lc 10,2).
Bibliografía:
Mons. Fernando Ocáriz, Carta pastoral, 16-II-2023, nn. 11-12.
