Cómo navegar de manera segura en los océanos digitales
El secreto de la felicidad familiar está en lo cotidiano, también en el aprovechamiento de todos los adelantos que nos proporciona la civilización, para hacer la casa agradable, la vida más sencilla, como se señala en este editorial.
Respetar la fe de los demás
Durante una visita a Suiza, en 1993, Mons. Álvaro del Portillo habló sobre la relación de los católicos con personas de distintas confesiones religiosas.
Dora y los nuevos electrodomésticos
Las personas que trabajaron junto a Dora recuerdan la seriedad y la ilusión que ponía en lo que hacía; su responsabilidad para aprovechar el tiempo y ser más eficaz. También cómo se interesaba por estar al día en los adelantos técnicos que podían facilitar el trabajo.
Nueva versión de la App "Don Álvaro"
Desde hace unas semanas está disponible en Apple Store y en Google Play la nueva versión de la App, en inglés y español.
Aniversario del fallecimiento de Dora
El día 10 de enero de 2004, a las cuatro y ocho minutos de la madrugada, fallecía una mujer, llamada Salvadora del Hoyo, cuando le faltaban apenas veinticuatro horas para cumplir los noventa años de edad. A continuación reproducimos algunos fragmentos del artículo de Ana Sastre “De los Picos de Europa a la Ciudad del Tíber” en el que se describe el lugar donde reposan los restos de Dora.
Cronología de Dora del Hoyo
Dora del Hoyo nació en 1914 en España. En 1946 se trasladó a la capital italiana, donde vivió y trabajó para su familia: el Opus Dei. Como profesional, se entregó en cuerpo y alma a las tareas del hogar en la sede de la Prelatura.
Cuidado de la Creación
Nuestra fe nos enseña que la creación entera, el movimiento de la tierra y el de los astros, las acciones rectas de las criaturas y cuanto hay de positivo en el sucederse de la historia, todo, en una palabra, ha venido de Dios y a Dios se ordena.
A mí, Dora del Hoyo me ayuda
Personas que conocieron a Dora del Hoyo y coincidieron con ella en el trabajo, cuentan como acuden a su intercesión habitualmente.
Dios nos ama
"El Dios de nuestra fe no es un ser lejano, que contempla indiferente la suerte de los hombres. Es un Padre que ama ardientemente a sus hijos, Un Dios Creador que se desborda en cariño por sus criaturas. Y concede al hombre el gran privilegio de poder amar, trascendiendo así lo efímero y lo transitorio".