La fe lo cambió todo sin cambiar nada

Jordi tiene 24 años, nació en Sollana (Valencia) y estudia Ingeniería de Caminos en la Universidad Politécnica de Valencia. Sus padres, no creyentes, no le dieron formación religiosa alguna. Se bautizó en noviembre de 2012, después de acercarse a la fe gracias a la que hoy es su novia, al ejemplo de otros estudiantes a los que conoció en el Colegio Mayor Universitario Albalat y a que, rezando, se encontró con Dios.