
Conseguimos vender la casa
Después de rezar con insistencia a la intercesión del matrimonio Ortiz de Landázuri, logramos vender la casa y comprar otra.
Después de rezar con insistencia a la intercesión del matrimonio Ortiz de Landázuri, logramos vender la casa y comprar otra.
Le pedí a Laurita que le saliera a mi hermana alguna amiga en su misma ciudad para que no se sintiera tan sola después de haber quedado viuda.
Los médicos no se explican como después de seis años en diálisis el riñón de mi marido volvió a funcionar por sí solo. Yo se lo atribuyo a la intercesión de D. Eduardo Ortiz de Landázuri.
Gracias a la intercesión del matrimonio Ortiz de Landázuri, los dos embarazos por los que pedí llegaron a buen término.
Mi hermana se quedó viuda y le vino una depresión al quedarse sola.
Mi sobrino sufrió un derrame cerebral grave y se lo encomendé a Eduardo.
Tanto Eduardo como su mujer Laurita pidieron la admisión en el Opus Dei con pocos meses de diferencia. Habían entendido, cada uno por su cuenta, que Dios los llamaba a seguirle más de cerca en su vida matrimonial.
Antes de aceptar el riesgo de marcharse a Pamplona para los inicios de la Universidad de Navarra, Eduardo lo consultó con Laurita, su mujer, que con una gran sonrisa, le dijo: “Yo, lo que tú quieras”.
Me di cuenta de que no lo tenía y decidí volver al lugar en el que habíamos comido.
«Durante cuatro días intensos de hospital los médicos no daban con la tecla. Solicité la comunión y la unción de los enfermos para mi hijo...». Este padre, que vive en Houston, relata el favor que recibió de Eduardo Ortiz de Landázuri en un momento crítico para la vida de su hijo.
Como mi padre tenía que ser ingresado frecuentemente en el hospital y no podría atenderle, acudí a la intercesión de Eduardo Ortiz de Landázuri.
Recurrí a Eduardo y Laura porque tenía un fuerte cólico.