Martes Santo

Biografía de MONTSE GRASSES. SIN MIEDO A LA VIDA, SIN MIEDO A LA MUERTE. (1941-1959) por José Miguel Cejas. EDICIONES RIALP MADRID

El día 24, Martes Santo, se encontraba tan fatigada que las que la atendían desistieron de curarla aquella tarde. Quizás al día siguiente se encontrase mejor...

Los amigos y conocidos seguían visitándola. Todos querían despedirse... Ese día estuvo con ella Jorge Suriol, que sabía que ya no se verían nunca más. ¡Qué lejanas parecían ahora aquellas tardes de domingo que Montse pasaba en su casa, junto con su hermana Ana María y aquellas tertulias nocturnas en Villa Josefa...! "Y fue entonces -recuerda Jorge Suriol- cuando me di cuenta de quién era Montse. Estaba muriéndose y seguía serena, alegre y sonriente, con aquel equilibrio tan suyo: '¿qué tal estás?', me dijo. Nada más verme se preocupó porque estuviera cómodo: 'siéntate, siéntate, no te canses'. Luego me contó en un minuto, con gran sencillez, lo que le pasaba: 'Ya ves, tengo esto, pero tampoco tengo nada más...'. Y pasó inmediatamente a hablar de mi familia y a preguntarme por ellos: '¿Qué tal está tu padre? ¿Y tu madre, qué tal se encuentra?' Y desde aquel momento lo suyo se quedó en un segundo plano...

Aquello me sorprendió profundamente. Porque habitualmente, cuando vas a visitar a una persona moribunda sales estremecido al contemplar cómo vive 'su' momento... Pero a Montse no le sucedía eso. ¿Por qué?

Me fui desconcertado: 'esta chica se está muriendo -pensaba- y lo único que le interesa es saber qué tal me encuentro yo y qué tal está mi familia y que tal nos van las cosas...'"

Poco tiempo después vino el doctor Cañadell. Después del reconocimiento médico, habló con Manuel y Manolita en otra habitación y se fue de casa a las ocho menos cuarto. Cuando Lía entró de nuevo en su cuarto le preguntó:

-"¿Qué ha dicho el doctor?"

-"Que continúas igual".

-"Sí, pero yo siento algo en mi interior que me dice que sigo adelante y que cada día lo voy superando..."

Se volvió hacia su madre:

-"Mamá, gracias por haberme ayudado tanto, tú y papá, y Lía... Siempre... ¡Siempre tú, mamá...! ¡Has representado tanto! ¡Tanto... en mi vida!"