No os dejaré nunca

Biografía de MONTSE GRASSES. SIN MIEDO A LA VIDA, SIN MIEDO A LA MUERTE. (1941-1959) por José Miguel Cejas. EDICIONES RIALP MADRID

"Hijina, da gusto hablarte del Cielo -le dijo un día su madre-, porque así te veo sonreír".

Era verdad. Se sentía feliz al pensar que el Cielo estaba cada vez más cerca. Y se lo decía a todo el mundo: a sus amigas, a sus hermanos, a Lía:

-"Nadie lo creería, pero estoy muy contenta".

-"Pues nada Montse -le animaba Lía-, un poco más de paciencia y a disfrutar para siempre".

¡Para siempre! Aquella palabra de ecos teresianos -así animó la Santa de Avila a su hermano cuando salieron a escondidas por la Puerta del Adaja, "a que los descabezasen los moros"-, le daba ánimos y fuerzas: ¡Para siempre!

-"Jorge, ¿te das cuenta? -le comentaba a su hermano- Feliz, feliz para siempre, recuérdalo, ¡para siempre!"

No era un "para siempre" egoísta. "Os aseguro -repetía- que desde el Cielo os ayudaré mucho; no os dejaré nunca".

Pero, en la tierra -le recordaban- ¡aún podía hacer tanto! Esa seguridad la llevó a "la sed de padecer" de las almas santas, y a una confianza filial basada en que, si Dios le daba la carga, El le daría la fuerza...