¿No te has planteado nunca?

Biografía de MONTSE GRASSES. SIN MIEDO A LA VIDA, SIN MIEDO A LA MUERTE. (1941-1959) por José Miguel Cejas. EDICIONES RIALP MADRID

"Aquel primer curso de retiro significó para ella un fuerte impulso espiritual -comenta Rosa-, aunque de todas formas ella ya tenía algunos hábitos de vida interior porque en su casa había un ambiente de profunda piedad, sin beaterías de ningún tipo: se rezaba, y se aprendía a querer a Dios como Padre y a la Virgen como Madre. Por ejemplo, todos los días cuando Montse llegaba a su casa lo primero que hacía era saludar a la imagen de la Virgen de Montserrat que tenían al fondo del pasillo. Así que muchas de las costumbres de vida cristiana que le enseñaron en el Opus Dei ya las vivía, porque se las habían enseñado en su propia casa".

"Un día me preguntó cómo había sido mi vocación al Opus Dei. Yo le dije que eso era una cosa muy personal. 'No, no: ¡me lo tienes que decir!', insistió. Se lo conté y empezamos a hablar de la vocación. '¡Qué feliz eres!', me dijo.

-Pues tú podrías ser igual de feliz si Dios te diera la vocación a la Obra.

-¿Y cómo sé yo si tengo vocación?

-La vocación se ve en la oración -le respondí- porque la vocación la da Dios. No la dan ni las personas ni las amigas. Eso lo tienes que ver tú...

Ella no sabía todavía que sus padres eran del Opus Dei, porque ellos no se lo habían dicho, para respetar su libertad, pero sí que sabía que asistían a los medios de formación del Opus Dei. Y entonces me lancé y se lo pregunté más en concreto:

-Montse, ¿no se te ha ocurrido nunca pensar que quizá Dios te podría llamar al Opus Dei? Piénsatelo..."