6. EN LAS DAMAS NEGRAS.

Biografía de MONTSE GRASSES. SIN MIEDO A LA VIDA, SIN MIEDO A LA MUERTE. (1941-1959) por José Miguel Cejas. EDICIONES RIALP MADRID

"El deporte le gustaba muchísimo -continúa relatando su madre- y en ese campo, destacó en todo cuanto se proponía: lo mismo daba que fuese bicicleta, tenis, ping-pong, baloncesto... Recuerdo un día del verano del 51 una señora de Vallvidrera puso a unos cuantos niños en fila y les dijo: 'a ver quién llega primero a dar un par de vueltas a las viviendas del antiguo Ideal Pavillón'. Montse se animó enseguida. Y durante la carrera le hicimos esta fotografía".

Evidentemente, el circuito de aquella carrera no era el de los Juegos Olímpicos por los que Barcelona sería conocida en todo el mundo casi cuarenta años más tarde: los "triunfos" de Montse no pasaron del pequeño marco familiar. Lo suyo fue siempre muy asequible a todos... Pero ella ponía toda el alma en lo que hacía. Llegó la primera y en la siguiente fotografía se la ve exultante de alegría, recogiendo el trofeo. No era para menos: ¡la primera copa de su vida!

"Al acabar ese verano, en octubre del 51 -sigue rememorando su madre- la cambiamos al colegio de las Damas Negras, que estaba más cerca de casa, en la Travesera de Gracia, donde la matriculamos como alumna externa. Gracias a Dios, Crucina ya estaba prácticamente recuperada y ya no hacía falta que los mayores siguiesen internos. Y Montse, con sus diez años, ya tenía edad suficiente para ir y venir sola al Colegio...

Estoy segura de que sintió mucho aquel cambio de Colegio; no porque estuviese a disgusto en las Damas Negras, sino porque era muy feliz en el Jesús-María. Y ahí ya se reveló un rasgo de su carácter: nunca, nunca, nos hizo la menor manifestación de desagrado...

En esta fotografía lleva el uniforme de su nuevo colegio: azul, con la falda plisada, el cuellecito blanco y el guardamarina...":

El colegio del Santo Niño Jesús, es popularmente conocido como "el de las Damas Negras". Es un colegio religioso, situado en el centro de la ciudad, fundado en el siglo XIX, el 12 de diciembre de 1860, por las Hermanas del Niño Jesús. Nicolás Barré, tras una consulta al Santo Cura de Ars, que confirmó la necesidad de "que hubiese una escuela del Niño Jesús en Barcelona". Cuenta con edificio amplio, de seis pisos, más otros dos, bien iluminados por grandes ventanales, y un gran jardín.

Durante aquel curso de 1951 contaba con unas ochocientas alumnas, atendidas en su mayoría por religiosas a las que, según la costumbre entonces vigente en la Institución, de origen francés, denominaban "Madame": Madame San Miguel, Madame María Eugenia...

Ana Vallejo, que coincidió con Montse en aquellas aulas, la recuerda jugando a la pelota, en el breve recreo mañanero, con su cabello castaño, su expresión alegre y su habilidad característica para los deportes, pero no destaca en ella ningún rasgo especial: era una más en aquel Colegio, donde abundaban los hijos de familias numerosas, como Montse, y donde se dejaban sentir todavía las carencias materiales de la posguerra.

Una vez hecho el Ingreso de Bachillerato, Montse se enfrentó, a partir de septiembre del 51, con las materias del primer curso de Bachillerato: Latín, Lengua, Matemáticas, Ciencias Cosmológicas... Junto con esas asignaturas, se daban otras englobadas bajo el título "Enseñanzas del Hogar": Labores, Música, Formación familiar y social; y no faltaba una, cuyo nombre evoca el período político que atravesaba el país: "Nacionalsindicalismo". Se matriculó también en los cursos preparatorios de Solfeo y Piano, en la Academia Guiteras.

Aquel curso el Colegio tuvo un trasiego especial: se alojaron allí unas 350 personas, con motivo del XXXV Congreso Eucarístico Internacional, que se celebró en Barcelona, con gran afluencia de gentes.

Llegaron las Navidades y Montse, siguiendo una costumbre iniciada años atrás, felicitó las navidades a sus padres con una tarjetón. En los años anteriores ella misma había confeccionado estos christmas: un tarjetón con recortes de papel coloreado que componían figuras navideñas; o unos dibujos ingenuos y sencillos del Nacimiento... El texto era escaso. Este año Montse se sirvió de una tarjeta ya impresa. La novedad, como se ve en la fotografía, se encontraba en el contenido: la felicitación estaba escrita en francés.

En el mes de junio de 1952, las calificaciones de Montse acusaron el cambio de colegio: oscilaron entre el notable en Religión y el aprobado en Labores, Música y el resto de las asignaturas. Hizo agua en Geografía y Matemáticas. Y afortunadamente, no tenía Literatura... En sus estudios de Piano, en la Academia Guiteras, obtuvo notable y en el curso de Solfeo, sobresaliente.