Padrino de boda

Biografía de ISIDORO ZORZANO LEDESMA. Ingeniero Industrial. (Buenos Aires, 1902-Madrid, 1943) por José Miguel Pero Sanz.

Eso de los proyectos tendrá su aquél. En el verano de 1926 los oficiales de Artillería se declararon en huelga, para protestar contra el sistema de ascensos decretado por Primo de Rivera. El gobierno suspendió de empleo y sueldo a 2.800 artilleros levantiscos. Poco después suprimió ese cuerpo de oficiales.

Ahora bien, los oficiales del Arma —a quienes se daba el título de Ingeniero industrial— comenzaron a utilizar en la vida civil su prerrogativa. Y los alumnos de la Escuela, principalmente los próximos a conseguir el diploma, pusieron el grito en el cielo. La huelga se traslada de los cuarteles a las aulas. Es la primera huelga que afecta de modo personal a Isidoro.

Sin embargo, a los Zorzano ahora les ocupa sobre todo la inminente boda de Salus con un joven riojano, que conoció en Madrid: Fernando Munárriz, abogado, emprendedor y de profundo sentido cristiano.

El casamiento se celebró el 6 de noviembre (1926) en el templo de San Jerónimo el Real. Como padrinos, en el presbiterio se sitúan la madre del novio e Isidoro: éste, con un recién estrenado esmoquin de amplias solapas, según la moda, camisa con cuello de picos y corbata de lazo. Al salir de la iglesia se toca con un bombín que disimula un poco su juventud.

Los recién casados se instalarán en la calle Columela número 4, no lejos del domicilio Zorzano. Pero, en el piso de Serrano 45, con Teresa sólo quedan Isidoro y Chichina, que han de prestar más tiempo a su madre y acompañarla de visitas a las casas de numerosos conocidos, sobre todo riojanos. A veces Isidoro les obsequia con radiorreceptores de galena, montados por él mismo.

Más importante que todas esas visitas será para Zorzano la llegada a Madrid, esta primavera, de su amigo el sacerdote don Josemaría Escrivá. En enero ha completado la licenciatura en Derecho y pronto comenzará los estudios de doctorado en la capital de España, donde realiza una incansable labor apostólica, sobre todo en el Patronato de Enfermos del que será Capellán. También da clases de Derecho Romano y Canónico en una academia madrileña. Vive, de momento, en la residencia sacerdotal que las Damas Apostólicas regentan en la calle de Larra número 9.