La Rosa de Pallerols: una caricia de la Virgen

Se cumplen 70 años del paso de san Josemaría por el pirineo (España), cuando iba camino de Andorra, en el año 1937. En este lugar encontró una rosa de madera , que siempre recordó como una caricia de la Virgen María.

San Josemaría (centro) el día que llegó a Andorra.

El atardecer del 21 de noviembre de 1937, san Josemaría y un grupo de cinco jóvenes  llegaron para hacer noche, escondidos por uno de los guías de la expedición que los conducía a Andorra. Huían de la persecución religiosa. El Fundador del Opus Dei pasaba por un intenso sufrimiento: dudaba de si hacía bien emprendiendo este viaje, para poder continuar su labor pastoral, o debía quedarse.

Se escondieron en una pequeña cámara de la rectoría de la pequeña iglesia. Pedro Casciaro escribe en su diario: "Pude entrever el rostro del Padre: nunca lo había visto así. (...) Me puse a rogar nervioso y asustado; mientras rogaba, llegué a sentir los sollozos reprimidos del Padre". 

Años después, Don Álvaro del Portillo explicaba que, en aquellos momentos, san Josemaría Escriva "sentía el corazón como dividido, entre la necesidad de llegar al otro lado (...) y la conveniencia de volver a Madrid. (...) El caso es que decidió: si, en el plazo de unas horas, encuentro una rosa de madera estofada, eso significa que la Virgen María quiere que vaya al otro lado." San Josemaría Escriva veló toda la noche, pidiendo al Señor, por intercesión de la Virgen María, que le desvaneciese la duda. 

A la hora prevista para celebrar la Eucaristía, san Josemaría Escriva salió de la cámara y bajó a la iglesia. Estaba destrozada; en el 1936 habían destrozado los retablos —entre ellos, el de la Virgen del Rosario— y habían sacado fuera los trozos para quemarlos. quedaban maderas rotas por los suelos. Entre ellas, salía una rosa de madera estofada. 

Era la prueba que había pedido. Lo recordó, el resto de su vida, como una caricia de la Virgen María. La recogió con devoción y volvió a la rectoría para celebrar la Eucaristía, en una mesa conveniente, tal vez del comedor. "Así como nunca había visto el Padre tan afligido como la noche pasada —comenta en Pedro—, tampoco le vi nunca tan jubiloso como aquella mañana".

Por quinto año consecutivo, la Asociación de Amigos de los Camino de Pallerols de Rialb a Andorra celebra la Fiesta del Encuentro de la Rosa, un encuentro popular en la que se recuerda esta noche del 21 al 22 de noviembre de 1937, cuando santo Josemaría encontró una rosa de madera estofada en la tierra de la iglesia de San Esteban de Pallerols. En la presente edición, presidirá el acto el obispo de La Seu d'Urgell, Mons. Joan Enric Vives.

 

En la web de san Josemaría se ofrece un especial sobre este acontecimiento , que invitamos a visitar.

Más información sobre el itinerario en pallerols-andorra.org.