Tres nuevos sacerdotes (vídeo)

Tres profesionales de la enseñanza, dos españoles y un mexicano, con una larga experiencia docente, han recibido hoy la ordenación sacerdotal en el santuario de Torreciudad, de manos del prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría.

Los nuevos sacerdotes son Baltasar Moros Claramunt, nacido en Sagunto (Valencia) hace 48 años, el mexicano René Alejandro Adriaenséns Terrones, de 37, y el madrileño José María Esteban Cruzado, de 43 años.

En su homilía, monseñor Echevarría animó a todos a “vivir el Año de la Fe, convocado a partir de octubre próximo por Benedicto XVI”, de forma que “descubramos o recordemos a la gente el gozo de que todos somos hijos de Dios y que a todos nos llama a su amistad”.

Con palabras de Benedicto XVI, el prelado del Opus Dei recordó “el inmenso don que suponen los sacerdotes, no sólo para la Iglesia, sino también para la humanidad entera”. Monseñor Echevarría encareció a los nuevos sacerdotes el cuidado de la liturgia, el amor al Papa, obispos y sacerdotes, así como a pedir que haya “numerosos seminaristas decididos a buscar la santidad y también vocaciones para la vida consagrada”.

Gran relación con las cofradías de Sagunto

Baltasar Moros, licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valencia, ha sido profesor en la Escuela Familiar Agraria El Campico, en Jacarilla (Alicante) y en el colegio diocesano La Natividad, en Burjasot, Valencia, con una experiencia docente de 18 años. Por su parte, René Adriaenséns, que se graduó en Comunicación y Ciencias de la Educación fue profesor 13 años en la Ciudad de los Niños, en Monterrey. José María Esteban ha enseñado en el colegio madrileño Retamar durante 16 años.

Al término de la ceremonia los nuevos sacerdotes han recibido numerosas muestras de cariño, como las de un grupo de saguntinos de la parroquia del Salvador que quiso acompañar a Baltasar Moros, que cuenta con otro hermano sacerdote, Enrique. Su madre, Vicenta, y sus seis hermanos y sobrinos agradecen "este regalo de Dios" y piden "por la santidad de todos los sacerdotes". Baltasar tiene una profunda raigambre en Sagunto, de cuya Cofradía de los Patronos fue presidente, así como clavario de la de Minerva.

Baltasar piensa que el Año de la Fe convocado por el Papa Benedicto XVI y que comenzará en octubre "nos puede ayudar a ver la grandeza de la fe, para vivirla no como algo heredado sino de forma muy consciente". "Me ilusiona, señala también, llevar a mucha gente la luz de Cristo, especialmente a través de los sacramentos".

Este saguntino está dispuesto a ejercer su ministerio sacerdotal "donde me digan", y destaca que "Benedicto XVI es una bendición del Espíritu Santo para la Iglesia, que necesita el apoyo y la oración de todos". Baltasar recuerda con emoción el fuerte influjo que tuvo en su vida la visita a España de Juan Pablo II en 1982: "Tenía 18 años y asistí al acto en el Santiago Bernabéu; pertenecía ya al Opus Dei y fue una confirmación de mi compromiso de entrega total y decisión de buscar la santidad en mi trabajo".

A punto de defender su tesis doctoral sobre "Las cofradías de la Sangre de Cristo en el Reino de Valencia", el nuevo sacerdote analiza su experiencia profesional y afirma que "el profesor debe enseñar su especialidad y con su ejemplo enseñar también a sus alumnos a ser personas y ciudadanos".

Señala que "si hay comprensión, cariño y paciencia, los alumnos responden. Hay que tener en cuenta la edad, y a la vez dar libertad y responsabilidad, que sean conscientes de que las actuaciones tienen consecuencias".

Desde el blog “¿Y ahora qué leo?”

José María Esteban Cruzado tiene las maletas hechas para desempeñar su nuevo trabajo en Alcorcón, en el Club Juvenil Cyara y en el colegio Andel, donde le esperan muchos jóvenes. "Cambia mi posición, pero vuelvo a la enseñanza secundaria, con otro modo de servir a la sociedad y a la Iglesia: antes como profesor y ahora como sacerdote".

Licenciado en Historia, ha sido profesor de secundaria en el colegio Retamar y ha trabajado muchos años con jóvenes de Aluche, Campamento y Alcorcón. "Creo –afirma– que la sociedad espera de los sacerdotes que lo seamos cien por cien, que nos demos, que seamos santos, alegres y deportistas, como decía san Josemaría Escrivá, que acojamos a todos con una gran disponibilidad y cariño".

José María Esteban, el mayor de siete hermanos, es un gran lector y con el blog "¿Y ahora qué leo?" pretende "difundir hábitos de lectura, y para ello creo que es fundamental un ambiente cultural en los hogares y que los profesores motivemos y sugiramos títulos, sin 'obligar' a leer". Añade que "como enseñan continuamente el Santo Padre Benedicto XVI y el Prelado del Opus Dei, trato de leer la Sagrada Escritura como el lugar donde Dios habla a cada uno, como un pozo sin fondo, y meterme como un personaje más, leyendo con pausa y reflexión".

Formación para los padres

El complejo educativo "La Ciudad de los Niños", que presta especial atención a jóvenes de familias con pocos recursos, y que llevan a cabo fieles y cooperadores del Opus Dei en Monterrey, ha dejado una profunda huella en la vida del nuevo sacerdote mexicano. En ese centro de mil alumnos estudió René y en él ha sido profesor durante 13 años, además de ser Director de Formación y colaborar en la Escuela de Formación para padres.

René entiende que "las familias y los padres son la clave en el proceso educativo, y que los colegios estamos para colaborar con ellos, que tienen el papel principal en la educación. Unos y otros trabajamos para que surjan ciudadanos bien formados y así sean muy útiles a la sociedad".

En cuanto a su nueva vida como sacerdote, René cuenta que le ha pedido a la Virgen de Guadalupe que se venera en el santuario de Torreciudad su ayuda para ser "muy piadoso y comprensivo, a estar siempre disponible".

El nuevo presbítero ha realizado su tesis doctoral sobre el concepto de dirección espiritual en varias revistas españolas de espiritualidad, en el período 1920-2012. Se trata de las publicaciones Vida Sobrenatural, Manresa, Surge y Teología Espiritual.

Las familias de los nuevos sacerdotes

La amplia delegación saguntina vive la ordenación de uno de sus paisanos con evidente emoción y alegría. Su madre, Vicenta, está rodeada de hijos y sobrinos como Daniel y Javier, de 13 y 18 años, respectivamente, estudiantes de 2º de la ESO y de 2º de Bachillerato. José Luis, uno de los hermanos, nos dice que "lo importante es que recemos mucho por él y por todos los sacerdotes". En esta familia ya hay otro sacerdote, Enrique, hermano mayor. Vicenta, la madre, dice que está "muy emocionada al ver una nueva vocación sacerdotal en su familia. Es cuestión de rezar y de que cada uno cumpla con el camino que Dios nos señala a cada uno", concluye.

Entre abrazos y fotos, el grupo de Sagunto ya anuncia que la primera misa de Baltasar será el próximo día 23 en la parroquia de Santa María. Josefina Claramunt, tía de Baltasar, comenta que tiene mucha emoción interior, y que está muy contenta de la respuesta de la parroquia y del pueblo. Otra de las que ha venido es Vicenta Molés, para quien el nuevo sacerdote ha estado muy vinculado a las cofradías. María comenta que ha venido a acompañar a la familia, mientras que Vicenta Piedra es conocida de la familia y "he tenido el gusto de venir a participar de la fiesta".

En el grupo ha venido también el sacerdote José Vicente Calza, párroco en San Pedro Apóstol de Tavernes de la Vaidigna , y que conoce a Baltasar desde crío. "He celebrado la Eucaristía en el santuario, pidiendo por la santidad de los sacerdotes, para que haya jóvenes dispuestos a entregar su vida por el sacerdocio y la vida consagrada".

Para la familia de José María “la ceremonia ha sido maravillosa, con una gran emoción y con un gran impacto personal en mi propia vida, es una sensación muy profunda”, comenta Julia, la madre del nuevo sacerdote. Su padre, Juan Esteban, señala “la intensidad y la emoción, tanto hoy como en el diaconado, lloré mucho de emoción y he rezado muchos años por su vocación al sacerdocio”.

Los padres de René están también muy emocionados y piden que sea “un sacerdote alegre. Nos sentimos muy contentos, le vamos a tener muy cerca”. Miguel, su hermano, agradece a Dios “esta bendición para nuestra familia y para México, porque necesitamos muchos sacerdotes”. Su esposa Iliana piensa que es “un tesoro que valorar y estamos muy gozosos de compartir esta jornada”.