VÍDEO DEL ENCUENTRO ENTRE JUAN PABLO II Y TEOCTIST.
Nacido en 1915 en un poblado en el noreste de Rumanía, Teoctist fue el décimo de once hermanos y se convirtió en monje ortodoxo a la edad de 20. Actualmente, más del 80% de los rumanos pertenecen a la Iglesia Ortodoxa. En 1999, Juan Pablo II visitó Rumanía por la invitación de Teoctist, que fue la primera hecha por la más alta autoridad de la Iglesia Ortodoxa a un Papa de la Iglesia Católica desde que ambas se separaran en el Gran Cisma del año 1054.
El 7 de octubre de 2002, miles de peregrinos que habían viajado a Roma para asistir a la canonización de Josemaría Escrivá celebrada el día anterior, acudieron a la plaza de san Pedro para participar en una Misa de acción de gracias. Al finalizar, el Papa Juan Pablo II quiso recibir al patriarca Teoctist ante los miles de personas que llenaban la plaza.
"He querido -dijo Juan Pablo II en aquella ocasión- que su visita comenzara en el marco de esta audiencia general, en presencia de tantos fieles, que han venido de todas las partes del mundo. Las personas que participan en este primer encuentro son los miembros del Opus Dei. Han venido para dar gracias por la canonización de su fundador, Escrivá de Balaguer. Creo que están muy contentos". "Ojalá que estos días alimenten nuestro diálogo, fortalezcan nuestras esperanzas y nos hagan más conscientes de lo que nos une, de las raíces comunes de nuestra fe, de nuestro patrimonio litúrgico, de los santos y de los testigos que tenemos en común. Que el Señor nos haga experimentar una vez más cuán hermoso y dulce es invocarlo juntos".
Con motivo del fallecimiento, Benedicto XVI ha emitido este mensaje: "Los encuentros de mi amado predecesor Juan Pablo II y su beatitud Teoctist en 1999 y 2002 permanecerán en nuestro recuerdo como un especial regalo de la gracia de Dios, pues ayudaron a fortalecer y dar un nuevo impulso al crecimiento y la mejora de los lazos fraternos entre las Iglesias. Ambos estaban determinados a escribir una nueva página en la historia de nuestras comunidades, superando un difícil pasado que todavía hoy nos lastra, y deseando con esperanza el día en que la división entre los seguidores de Cristo llegue a su fin".