El Prelado, en Canadá: “Convertid la vida ordinaria en una conversación con Dios”

Mons. Javier Echevarría realiza un viaje pastoral por EEUU y Canadá. Ofrecemos un artículo de prensa en el que una periodista de Montreal resume una tertulia celebrada en la ciudad.

Resumen de las actividades del Prelado en Canadá (en inglés) Fotografías del viaje

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“Sed fieles en las cosas pequeñas y transformad la vida ordinaria en una conversación continua con Dios de manera que podáis compartir el amor a Jesucristo con vuestros hermanos y hermanas”.

Este es el mensaje que el prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, dirigió a las 900 personas que se reunieron en la Plaza de las Artes de Montreal, el 16 de septiembre. Esta es una de los muchas tertulias que celebra en un viaje a Norteamérica que incluye visitas a Nueva York, Toronto, Vancouver, San Francisco y Houston. El 17 de septiembre convocó a 1.500 personas en el Roy Thompson Hall en Toronto.

"Tenemos que sentir la alegría de saber que somos hijas e hijos de Dios", dijo el Prelado en español. "¡Esto es un tesoro! Y no debemos permitir que no tenga repercusión en nuestras vidas y en nuestras almas".

Mons. Echevarría, cabeza de una prelatura personal fundada en 1928 por San Josemaría Escrivá, recordó cuánto había rezado Escrivá por el inicio de la labor apostólica en Canadá.

“San Josemaría era un gran amigo de esta tierra. Él rezo mucho por ti. Yo no puedo describir la intensidad de sus oraciones, porque él empezó a rezar antes de que yo naciese”.

El Opus Dei es una parte de la Iglesia católica con alrededor de 80.000 miembros en todo el mundo, y aproximadamente 600 en Canadá.

En un escenario que imitaba una sala de estar, marcando así el carácter familiar del Opus Dei, Mons. Echevarría respondió a la audiencia sobre preguntas como la compatibilidad del trabajo y la familia con la devoción a Cristo. Ellos preguntaron cómo hacer a Dios personalmente presente y cómo encontrar tiempo para la piedad cuando todo en el mundo aparta de ello.

Dios está con nosotros, dijo el Prelado. La Palabra de Dios nos dice como Él está interesado y preocupado por nosotros.

“Dios está preocupado por todos los detalles de nuestras vidas”. Comparó el amor de Dios con el que los padres tienen por sus hijos que valoran cualquier pequeña muestra de afecto.  

"Nosotros tenemos que hablar con Dios. Él no está allí arriba, encima de las nubes. Él esta con nosotros". "Como un amigo, Jesús nos pregunta por nuestras cosas. Y se duele cuando no es recibido con un beso”. Mons. Echevarría urgió al auditorio a ser mas alegres y a interesarse más por los demás. 

También contó una anécdota de una persona del Opus Dei que tenía un trabajo muy repetitivo que consistía en meter tornillo en una maquina que tenía que vigilar con atención para que no se estropease. Aquel hombre hacía la señal de la cruz con cada tornillo que metía en la maquina. Procuraba así que Cristo estuviese con él, presente en el trabajo.

En nuestra vida todas las cosas tienen importancia. El Señor está en todas esas cosas. Puedo llegar a Él cuidando bien las cosas pequeñas. Así lo hizo Jesús en su vida oculta que precedió a su ministerio sacerdotal y que duró 30 años en los que el Hijo de Dios vivió una vida ordinaria.

“Dios está preocupado por todos los detalles de nuestra vida. Nos quiere como un padre quiere a sus hijos, y por eso valora cualquier pequeña muestra de afecto".

El prelado urgió a los asistentes al encuentro a leer el Catecismo de la Iglesia Católica y el “Compendio” para formar su fe. “Estos libros ayudan a encontrar caminos para transformar la vida diaria en algo que podemos ofrecer a Dios”. También animó a los maridos y a las esposas a quererse con locura. Aconsejó a los padres con mucho trabajo: “poned una foto de vuestra familia en la mesa de trabajo. Mirad esa foto y enamoraros más y más cada día de vuestra familia”.

Cuidar de los niños y la familia es mucho más importante que las riquezas y los maridos debéis tener tiempo para dedicarlo a la casa. San Josemaría escribió que la tristeza llega sólo cuando únicamente buscamos nuestro propio bien. La tristeza es el resultado del egoísmo que nos aísla de los demás.

Hay tanta gente que necesita nuestra ayuda, nuestra mirada limpia de afecto. El servicio a los demás es el remedio de una cultura consumista cuyo fin principal es acumular bienes materiales y conceptos externos de belleza. Servir a los demás crea una belleza interior. También urgió al auditorio a visitar enfermos y preocuparse por los pobres.

Por último, Mons Echevarría animó a frecuentar los sacramentos, especialmente el de la reconciliación o confesión de manera periódica. “Así se limpia nuestra alma y recuperamos la alegría que nos lleva a una buena relación con Dios” aclaró es como “el alimento de nuestra alma”.

Deborah Gyapong// Canadian Catholic News