Era el mayor de cuatro hermanos. Estudió en el colegio Stella Maris y en el Juan XXIII, donde tuvo muchos amigos: cuando terminó el liceo en el Christian fue distinguido como estudiante, compañero y deportista.

Descubrió su vocación al Opus Dei en 1974. En 1983 terminó la carrera de Ingeniería de Sistemas en la Universidad de la República y, durante casi diez años, trabajó en el Centro de cómputos de la UDELAR y ofreciendo servicios de software en la empresa DPS, que había fundado con un socio. En ese tiempo fundó el equipo de fútbol Sudamérica, que compitió en la liga universitaria.

En 1992 se trasladó a Roma, para terminar los estudios institucionales de Teología en el seminario internacional de la Prelatura. Obtuvo el doctorado en Derecho Canónico y en 1995 recibió la ordenación sacerdotal de manos de Juan Pablo II.

De vuelta en Montevideo, se desempeñó como capellán de la Residencia Montefaro y del colegio Monte VI, ganándose el cariño de los estudiantes por su sentido sobrenatural , su buen humor y don de gentes.

En 1998 se le detectó un tumor en el cerebro, del cual fue operado. Desde el primer momento aceptó serenamente las molestias de su enfermedad y, con no pocas limitaciones, continuó desarrollando su labor sacerdotal.

En 2003 le diagnosticaron un nuevo tumor y debió someterse a un tratamiento de radiocirujía y quimioterapia. Ya no pudo entonces volver a celebrar Misa, ni predicar ni confesar, pero nunca perdió su buen humor. Pasaba las horas rezando continuamente el Rosario y encomendando las intenciones que le pedían.

A su funeral, celebrado en la capilla del colegio Monte VI, asistieron muchísimas personas. El Vicario del Opus Dei en Uruguay, Mons. Enrique Doval, agradece una oración por su alma.