[Mons. Javier Echevarría] era una persona joven, con las características de los jóvenes: sentido positivo, visión grande, capacidad de soñar y creer que todo es posible. En estos años trabajando junto al Padre, me ha sorprendido la intensidad con la que trabajaba, la generosidad con la que se daba. Solía decir que "a contar se comienza por uno", o "para caminar hay que tener un pie en el aire"...
Sabía ver la parte divertida de cada cosa y a veces con un gesto quitaba seriedad a un situación, te hacía sentirte cómoda, te hacía sentirte querida
Eran ideas sencillas pero que te ayudan a afrontar un problema sin perderte en otras mil consideraciones. Y su buen humor: era simpático, se estaba bien a su lado. Sabía ver la parte divertida de cada cosa y a veces con un gesto quitaba seriedad a un situación, te hacía sentirte cómoda, te hacía sentirte querida. Hay tantos recuerdos...
A veces, me pedía: "¿Podrías traducirme esto en italiano? O ¿dime cómo se pronuncia?". El Padre sabía hablar italiano perfectamente. Una vez me dijo: "Traduce esto al palermitano", refiéndose a mi ciudad de origen. Sabía que la broma me habría hecho ilusión. ¿Y qué ocurrirá ahora? En el fondo, todo continúa como antes y todo cambia. Cambia porque la ausencia del Padre se nota especialmente para quienes trabajábamos cerca. Pero todo continuará como antes porque, en el fondo, el Opus Dei es cada una de las personas que saca adelante su vida ordinaria, intentando responder cada minuto a la llamada de Dios.
Todo continuará como antes porque, en el fondo, el Opus Dei es cada una de las personas que saca adelante su vida ordinaria, intentando responder cada minuto a la llamada de Dios
San Josemaría decía a los primeros jóvenes que lo siguieron en el camino del Opus Dei: "Si yo muriera, ¿tú continuarías a hacer el Opus Dei?". En el fondo, es una pregunta que nos sigue haciendo a cada uno.
También he pensado en lo que el Padre nos decía cuando quería consolarnos tras la muerte de un ser querido. Decía: "Tú ahora puedes hablar con él o con ella, constantemente, porque cuando haces oración y hablas con Dios, en el fondo estás también hablando con él o ella". Es lo que todos hacemos ahora por el Padre. Ahora nos sigue más de cerca y lo hace siempre.