Mi Amistad con Dora

Conozco a Dora de verdad desde el invierno 2013/2014, gracias a su película, su biografía y a personas que trabajaron con ella. Cada vez que puedo voy a visitar su tumba en la Iglesia de Santa María de la Paz. Desde entonces ha crecido nuestra amistad, y me siento orgullosa de poder decir que me considero de verdad amiga suya.

Me sorprende a mí misma la cantidad y la prontitud con que Dora me consigue favores. Incluso mi familia y amigos, han comenzado a pedirme que rece a Dora por sus intenciones...

Lo interesante es que al hablar de Dora, la mayor parte de las veces no puedo decir nada oficial sobre ella, como “ha hecho esto” o “lo otro”. Porque era una mujer muy normal, con un carácter fuerte, que me fascina. Quienes la conocieron, dicen que se podía ver cómo Dios había actuado en ella. ¡Eso me llena de esperanza!

Me gustaría contar algunos favores de Dora. No son cosas inauditas pero era justo lo que necesitaba en ese momento. Me gustaría contagiar mi ilusión y dar más trabajo a una mujer tan trabajadora como ella.

Al pedir algo, siempre explico a Dora la razón por la que pienso que tendría que interceder. En el caso de dos amigas, que por decisiones familiares no tenían buenas perspectivas de encontrar trabajo. Encomendé a Dora el asunto, y ambas han conseguido un trabajo después de bastante tiempo. Estamos muy agradecidas de haber logrado este fin.

Como ya he dicho, aprovecho cualquier conversación para invitar a otras personas a dirigirse a Dora. Una vez, visitando una ciudad con varias amigas, mientras esperábamos el tranvía, empezó a llover fortísimo. Después de más de media hora, un vecino nos advirtió que podíamos irnos porque el tranvía no vendría. En ese momento comenzamos a rezar una estampa a Dora, y apenas terminamos... llegó el tranvía. Una típica respuesta de Dora, que he recibido repetidas veces...

Estoy convencida de que Dora está en el cielo, y desde allí nos ayuda con su intercesión ante Dios por nuestras necesidades, por eso tengo una estampa con un post-it donde apunto los “encargos”. En este momento son como veinte, por cada uno rezo la oración a lo largo del día. Esta oración me parece preciosa, la considero una verdadera joya porque me ayuda a difundir mi alrededor el calor de familia, muy necesario para toda la familia de la humanidad ¡Muchísimas gracias, Dora!

B.M. (Italia)