Opus Dei

El Papa nos invita a ser constructores de nuevos vínculos sociales. Para eso es imprescindible, además de predicar el Evangelio, procurar personalmente ser un auténtico testimonio de caridad cristiana.

Artículo del prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, en La Vanguardia.

Boletín informativo sobre el fundador del Opus Dei, con el título “Un corazón que solo sabía amar”. Recoge varios textos de san Josemaría, del Papa Francisco, además de diferentes relatos de favores y testimonios.

En los últimos meses, hemos jugado, entrenado, cocinado, reído, llorado… Y también hemos descubierto que las pantallas no bastan. ¿Y ahora, qué?

Mons. Fernando Ocáriz felicita la Pascua de Resurrección y anima a pedir al Señor una fe renovada, que se actúa por medio de la caridad: “Cristo vive, es la gran seguridad, la gran certeza que nos da la fe. Y Cristo quiere vivir y vive en nosotros”.

Segundo audio del Prelado del Opus Dei sobre la Pasión del Señor. El tema central es "el Mandamiento Nuevo del Señor", que podemos vivir "en nuestro hogar, cada día, en muchos pequeños actos de amor".

¿Cuántas veces has visto en esta web algo interesante, pero no tenías tiempo para clicar? Te proponemos una selección de esos contenidos para ahora que –se supone- tienes más tiempo. Hoy, algunos ejemplos de cómo las cosas pequeñas importan tanto en lo humano como en lo divino.

Iniciativas solidarias que, católicos de diversas naciones, han puesto en marcha en sus países para aliviar alguna necesidad de su entorno. Muchas de estas labores sociales están promovidas por personas del Opus Dei con sus amigos.

Durante la audiencia el PapaFrancisco reflexionó sobre una escena de los Hechos de los Apóstoles. En ella Pedro y Juan realizan un milagro que permite a un mendigo volver a caminar. El Santo Padre dijo que lo que sucede en este episodio muestra el “rostro de una Iglesia sin fronteras que se siente madre de todos, y que vive el arte del acompañamiento que se caracteriza por la delicadeza con que se acerca a la tierra sagrada del otro”.

Se reunían asiduamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles y participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma.