San Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás –a quien el Papa Juan Pablo II, en la Bula de Canonización, le llamó “el santo de lo ordinario”- falleció un día como hoy hace 40 años. Su obra es el Opus Dei, institución de la Iglesia Católica que proclama la llamada universal a la santidad en medio del mundo.

Josemaría Escrivá nació en Barbastro (España) el 9 de enero de 1902. Fundó el Opus Dei el 2 de octubre de 1928, institución hoy extendida en más de 60 países de los 5 continentes, y cuya mayoría de fieles integrantes son personas casadas.

El Opus Dei empezó su labor de servicio a la Iglesia en el Perú en 1953. En 1957, la Santa Sede confió al Opus Dei la Prelatura de Yauyos, una zona al sur de Lima con escasa presencia sacerdotal que –al cabo de los años– ha traído numerosas vocaciones sacerdotales peruanas. El primer prelado de Yauyos fue monseñor Ignacio Orbegozo.

En 1974 el fundador del Opus Dei emprendió un viaje a América del Sur, que lo llevó a Brasil, Argentina, Chile, Perú, Ecuador y Venezuela. San Josemaría permaneció en tierras peruanas entre el 9 de julio y 1 de agosto de 1974. Aquí mujeres y hombres de toda condición social en Cañete, Lima y Chosica lo pudieron conocer. Recibió también a un grupo de familias piuranas quienes habían impulsado años atrás, la Universidad de Piura, una labor educativa que procura brindar acceso a la educación superior en igualdad de oportunidades a miles de estudiantes.

Formación integral

En nuestro país, el Opus Dei promueve Institutos como Condoray y Vallegrande, en Cañete; que ofrecen programas de alfabetización para la mujer y formación técnica al agricultor. La Universidad de Piura con sus campus en Piura y Lima y su Escuela de Dirección-PAD procura dar una formación integral a sus estudiantes. Además, fieles del Opus Dei animan el funcionamiento de colegios en diversas ciudades del país.