San Pablo y el matrimonio

Amor y respeto. Esto es lo que pedía San Pablo a los esposos. La teóloga Carla Rossi explica las enseñanzas del apóstol sobre el matrimonio en la segunda entrega de los vídeos paulinos que la web del Opus Dei ofrece en este Año Jubilar.

"Que cada uno ame a su esposa como a sí mismo, y la esposa respete a su marido". Efesios 5,33 

El 5º capítulo de la Carta a los Efesios ofrece un contenido muy importante para toda la Iglesia y para la sociedad: proclama la santidad del matrimonio cristiano. 

El autor inspirado nos enseña que el matrimonio, con el cual hombre y mujer pasan a ser una sola carne, no es solamente un proyecto humano sino que los esposos cristianos se unen al amor de Cristo por su Iglesia, "¡Este misterio es grande! Me refiero a Cristo y a la Iglesia" (Efesios 5, 32).

Pueden imitarlo y participar en ese amor. De hecho, el matrimonio para los cristianos es un sacramento, un camino de gracia, una fuente de unión entre Dios y el hombre. "Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer. Y los dos formarán una sola carne" (Efesios 5, 31). 

El Concilio Vaticano II ha difundido esta doctrina, al enseñar que los cristianos están llamados a la santidad también en el matrimonio. Así, el Concilio confirma una de las intuiciones más importantes de san Josemaría: la búsqueda de la santidad en la vida conyugal, matrimonial. Todos estamos llamados a la santidad, siendo padres o madres, mujeres o maridos, hijos, abuelos, tíos… Todas estas relaciones familiares son relaciones de amor. 

De ellas, la central es la relación matrimonial, que actualmente sufre una gran crisis. Una crisis de esperanza. Porque el amor sin esperanza no tiene alas. No logra proyectarse a sí mismo más allá de los obstáculos. No logra luchar por su supervivencia y queda como encerrado en el momento presente, en la situación que atraviesa, y no sabe cuánto logrará durar. 

Ése amor humano necesita tener Fe en Dios, que es autor del matrimonio. Necesita la Esperanza, que lo ayuda a creer que puede durar para siempre. Y necesita del Amor de Dios, que es la fuente de todo amor.


Vídeo publicado en 2008 con motivo del Año Paulino. El Año Paulino fue un jubileo convocado por el papa Benedicto XVI en conmemoración del bimilenario del nacimiento del apóstol Pablo de Tarso. Se celebró entre el 28 de junio de 2008 y el 29 de junio de 2009. Tuvo un marcado carácter ecuménico, según los deseos del pontífice.