Misa en honor a San Josemaría en Managua: Un reencuentro familiar tras dos años de pandemia

Luego de dos años de pandemia en Managua Nicaragua se volvió a celebrar esta fiesta especial.

El sábado 25 de junio se celebró en Managua, en la parroquia Santo Cristo de Esquipulas, la Santa Misa en honor a San Josemaría. Fue presidida por el padre Alfredo Quiroz, quien resaltó en su homilía, que la fiesta de San Josemaría nos recuerda la centralidad de Jesucristo: “San Josemaría, desde el principio de la Obra, centraba todo su querer en llevar la alegría del Evangelio, para que muchos sintieran la atracción de Jesucristo. Él transmitió, y sigue haciéndolo a través del Opus Dei, un amor apasionado por Nuestro Señor al que encontramos en medio de nuestras actividades cotidianas."

El panorama de los asistentes fue tan variado como el espíritu del Opus Dei: niños y niñas del Club con sus familias, estudiantes universitarios y extranjeras que estaban de vacaciones, profesionales, jóvenes matrimonios y otros más experimentados junto con sus niños pequeños, como es el caso de Jorge y Jessica o de Rosario con su hija Melisa.

Muchos de los asistentes manifestaron su agradecimiento y devoción a san Josemaría, el santo de lo ordinario.

Jorge, asistió con su esposa Jessica y sus seis hijos, muy agradecidos por el reciente nacimiento de José, su sexta bendición.

Liz, quien de niña asistió al Club y actualmente cursa segundo año universitario, nos comparte que: “Las enseñanzas de San Josemaría me han ayudado en las relaciones con los demás, recordándome que debo ser generosa. También me invita a vivir mi fe desde donde estoy, en mis estudios, con mi familia y amigas, haciendo bien mis deberes, ofreciéndolo todo a Dios”.

Javier y Marianela, pareja de recién casados, dieron gracias a Dios por su unión matrimonial que fue ofrecida de forma especial en la santa Misa en honor a San Josemaría.

Joselyn, joven profesional que asistió a la Misa, conoció a San Josemaría a través de la novena del trabajo. “A la fecha me encuentro con trabajo y estoy consciente de que Dios nunca me ha dejado sola. Considero que todos deberíamos de conocerlo más, no solo desde el punto de vista del trabajo, sino desde la vida cristiana”.

Ana José, conoció la Obra gracias a su papá. “Me aconsejó que buscara acompañamiento de un sacerdote para que me ayudara a discernir cuál era la voluntad de Dios en un momento de mi vida donde tenía que tomar decisiones trascendentales y desde el primer día me gustó mucho y me quedé participando de las formaciones”.

Para Thelma, casada, madre de familia, el mensaje de San Josemaría le ha llevado a comprender y a luchar por hacerlo vida todos los días. “Que todo lo que yo haga en mi vida ordinaria, sea grande o sea pequeñito lo haga siempre con amor y con alegría”.

Y por eso, esta misa luego de dos años de pandemia, ha sido un reencuentro familiar.