El Pinar: motor de cambio en Coahuila

Con el proyecto “Higiene y nutrición en comunidades rurales”, El Pinar ganó el segundo lugar del Premio Coahuilense de Servicio Social.

La escuela técnica en servicios de hospitalidad El Pinar –iniciativa educativa impulsada por fieles y cooperadores del Opus Dei, ubicada en Arteaga, Coahuila– presentó el proyecto “Higiene y nutrición en comunidades rurales”, con el que busca contribuir a la solución de los problemas de salud que existen en algunas comunidades del estado de Coahuila. El proyecto mereció el segundo lugar del premio que entrega la Secretaría de Educación y Cultura a través de la Dirección Estatal de Servicio Social.

“Como resultado del censo realizado en las poblaciones de los ejidos de Llanos y El Cedrito, nos percatamos de la necesidad básica de mejorar la higiene y la nutrición de los niños y de las madres de familia de ambas comunidades”, explicó Montserrat Amézquita, encargada de comunicación de El Pinar.

Aproximadamente doce estudiantes impartieron clases y desarrollaron actividades con mujeres y niños de la comunidad para crear conciencia sobre la importancia de una alimentación balanceada y de vivir en condiciones higiénicas.

Las implicadas en este proyecto entendimos que era una oportunidad para “plasmar” lo que significa luchar por santificar nuestro trabajo.

Varias personas de Llanos y El Cedrito han cambiado su alimentación a raíz de la iniciativa de las alumnas de El Pinar. La Sra. Carmen explica que gracias a las clases recibidas ha aprendido a cocinar con menos grasa y sal.

Montserrat Amézquita afirma que el tiempo, esfuerzo y estudio dedicados al proyecto permitió a las involucradas ejercer virtudes como la laboriosidad, la generosidad y el aprovechamiento del tiempo.

“El mensaje que San Josemaría es que todos podemos alcanzar la santidad a través de nuestro trabajo ordinario, las alumnas y las profesoras implicadas en este proyecto entendimos que para nosotros esta era una oportunidad para ‘plasmar’ lo que significa luchar por santificar nuestro trabajo”, explica.

Las alumnas son conscientes de la capacidad que tienen de transmitir los conocimientos adquiridos en El Pinar a sectores vulnerables de la comunidad, ayudarlos a crecer y proporcionarles las herramientas necesarias para elevar su calidad de vida.

El Pinar nació en 2001 para brindar educación y facilitar la promoción humana y social de mujeres de las zonas rurales y urbanas de la región que quieran trabajar profesionalmente en el ámbito del servicio y en la industria de la hospitalidad.