A Dora, todo lo relacionado con mi casa

Me encanta arreglar cosas en mi casa, y varias veces me he encontrado con problemas que no lograba resolver. Un ejemplo es un lavabo que tras engancharlo a la tubería, no conseguía que parara la fuga de agua.

Me encanta arreglar cosas en mi casa, y varias veces me he encontrado con problemas que no lograba resolver. Un ejemplo es un lavabo que tras engancharlo a la tubería, no conseguía que parara la fuga de agua. Cuando ya no sabía que más hacer me detuve, y le dije a un técnico que estaba conmigo que esperara un momento, recé la estampa de Dora e hicimos un último intento: quedó perfecto.

Otro fue una pieza de vajilla que se nos rompió. Era una pena tener el juego entero, salvo esa pieza. No había forma de encontrar el recambio porque estaba agotada hacía tiempo, no se había vuelto a fabricar, y además era de una partida importada del extranjero. Lo encomendé a Dora. Después de varios días me llamaron del comercio diciendo que habían encontrado la pieza suelta y pude comprarla.

El último fue un pestillo de una puerta especialmente antiguo y elegante. Un mayorista estaba intentando encontrarlo y no lo conseguía. Un día me llevé el pestillo roto, recé la estampa a Dora, y fui a una ferretería, pero estaba cerrada y no pude hacer nada. Volviendo a mi casa pasé cerca de otra y entré, volviendo a pedir a Dora que encontrara el pestillo. El tendero me dijo que ese modelo era muy antiguo y que no lo tenían, y me enseñó una caja con lo que podía ofrecerme: ninguno servía. De repente levanté un cartoncillo en la caja y ¡allí estaba! ¡Era idéntico a la muestra que llevaba! El tendero tampoco sabía que estaba ahí hasta que se lo enseñé. Lo compré y lo puse en su sitio la mar de contento.

Todas estas cosas que están relacionadas con mi casa siempre se las encomiendo a Dora, y nunca me ha defraudado. Antes bien le defraudé yo, pues le había prometido muchas veces "si me haces esto, lo escribo" y luego me olvidaba... Pero ahora ya está.

J. C.