Una hemorragia sin consecuencias

«Ante la imposibilidad de actuar quirúrgicamente, los doctores optaron por dejar actuar a la naturaleza con un 50 por ciento de probabilidades de que la hemorragia pudiera ser absorbida de modo natural».

Mi hermana Dolores, de 80 años, sufrió el pasado 10 de marzo un ictus cerebral. Ingresó inmediatamente en la UCI de un hospital de Alicante (España).

Los médicos localizaron un coágulo y, por la dificultad para su abordaje, decidieron someterla a un tratamiento anticoagulante. Como consecuencia de esa decisión clínica, le sobrevino una hemorragia cerebral profunda.

Como consecuencia de esa decisión clínica, le sobrevino una hemorragia cerebral profunda

Ante la imposibilidad de actuar quirúrgicamente, los doctores optaron por dejar actuar a la naturaleza con un 50 por ciento de probabilidades de que la hemorragia pudiera ser absorbida de modo natural.

Fue entonces cuando acudí a la intercesión de Guadalupe Ortiz de Landázuri de un modo continuo durante los días que duró la crisis.

Mi hermana está hoy en fase de muy buena recuperación: habla, se mueve y come con normalidad

Mi hermana está hoy en fase de muy buena recuperación: habla, se mueve y come con normalidad. Quiero comunicar lo que considero un favor de Dios por la intercesión especial de Guadalupe.