Una obra hecha "de corazón"

La Escuela Nogalar, una iniciativa mexicana promovida por gente del Opus Dei, cooperadores y amigos, ha celebrado recientemente sus primeros 45 años de existencia, así como el esfuerzo que todas las alumnas han puesto por sacar adelante el colegio y a ellas mismas.

La Sra. Irma Zorrilla (izq.) durante el festejo del colegio. Foto: Nogalar

"Cuando las obras se inician realmente de corazón, con el afán de ayudar, sobreviven con éxito el paso de los años", consideró Irma Zorrilla, fundadora de la Escuela Nogalar , para empleadas domésticas, que llegó a sus primeros 45 años de existencia.

"Son cosas que inventa Dios, así es que en sus manos lo pusimos", dijo la fundadora, quien junto a Eva Gonda de Garza Lagüera y Angélica Hinojosa iniciaran el proyecto en los años 60.

La Sra. Irma Zorrilla (izq.) durante el festejo del colegio. Foto: Nogalar

"Nos pusimos a trabajar y se acabó, sin pensar en cuánto iba a durar ni nada, sólo queríamos dar formación a todas estas chicas que tienen esta labor tan maravillosa que es el trabajo del hogar".

Más de 5.000 trabajadoras

Para celebrar se realizó en el Liceo de Monterrey , sede de la escuela, una misa solemne y un brindis de honor al que asistieron, además de Zorrilla, algunas estudiantes y benefactores del proyecto.

A lo largo de su historia, la Escuela Nogalar ha ayudado a que más de cinco mil trabajadoras domésticas concluyan sus estudios básicos de primaria, secundaria y últimamente incluso preparatoria, además de proveer formación en desarrollo humano y fe católica.

"Empezamos con muy poquitas alumnas, no me acuerdo cuántas, pero ellas son las que han ido pasando la voz, han sido muy buenas, y ellas son las que han hecho que esto siga adelante", aseguró Zorrilla, quien no paró de conversar con las alumnas y ex alumnas que acudieron al festejo.

Foto: Nogalar

Afán de superación

Oralia Treviño, directora actual de Nogalar, destacó la labor de las ocho maestras que integran la escuela, al dedicarse a promover la superación de un grupo muchas veces marginado.

"Las empleadas del hogar son un grupo muy importante en la sociedad, porque ellas nos brindan calor de hogar, su ayuda para que muchas veces la familia funcione adecuadamente", dijo.

"Y no han tenido, en muchas ocasiones, la oportunidad de recibir esta instrucción académica en sus lugares de origen. Es impresionante cómo se esfuerzan por superarse".

Como parte del proyecto, las mujeres también reciben capacitación en materias como computación y cocina.

Cristóbal Martínez // El Norte