El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, visitó La Veguilla , el pasado viernes, 30 de noviembre, junto con el consejero de Asuntos Sociales, Jesús Fermosel, y la consejera de Empleo, Ana Isabel Mariño, además de varios diputados regionales y alcaldes de la zona.
En su intervención, González recordó que La Veguilla cumple 30 años , durante los cuales se ha convertido en "un centro de referencia, que ejemplifica muy bien cuál es el objetivo que se persigue con este tipo de instalaciones". Asimismo, señaló que, además de emplear a 133 personas con discapacidad, es un centro de investigación biotécnica puntero y exporta a otros países, principalmente europeos.
La Veguilla comenzó como una escuela de discapacitados intelectuales, pero faltaba una orientación clara. José Alberto Torres, tras una intensa experiencia laboral como funcionario de los ministerios de Hacienda y de Educación y como gerente de un colegio, decidió “meterme a fondo en esta iniciativa”.
No faltaron intentos fallidos de salir adelante mediante la fabricación de muebles, objetos de cerámica y reposteros, ni incomprensiones de padres desengañados o funcionarios reticentes. “¡Pero hombre! –me decía uno– ¡Hacer trabajar precisamente a unas personas que se pueden librar de esa carga!”. Era una concepción falsamente misericordiosa de la deficiencia mental y una idea empobrecida del trabajo. Con su carácter práctico y su formación autodidacta, a José Alberto le gusta repetir que “aquí no vendemos caridad, sino calidad”.
José Alberto recordó en su intervención los difíciles comienzos de La Veguilla. "Leyendo la Biblia, encontré esta frase del Génesis “El Señor Dios tomó al hombre y le colocó en el jardín del Edén para que lo trabajara y lo guardara”(2, 15-16). Profundizando en este pasaje y estudiando la predicación oral y escrita de San Josemaría , comprendí y comprendimos que ése era el camino".
"Cuando un chico discapacitado que ha recibido la formación adecuada se pone a trabajar, se siente feliz, sobre todo si quién compra algo hecho por él es un cliente que no es de su familia, que es un desconocido que paga con su dinero lo que él o su grupo han realizado".
"Mejorando su autoestima y se siente cada vez más seguro. Es capaz de mejorar incluso su capacidad intelectual y toda su vida se normaliza. Las investigaciones y tesis doctorales de muchos profesionales del Colegio nos ayudan constantemente a corregir errores que dificultan el trabajo o sus resultados, y a contar con una mejor formación de los que dirigen a los discapacitados".
La Veguilla se dedica al desarrollo, la producción y la venta de plantas ornamentales y sus actividades comprenden todo lo relacionado con la jardinería, desde la compra de materias primas, la venta y transporte de los productos obtenidos hasta la investigación biotecnológica aplicada a la mejora de plantas.
Las instalaciones tienen una superficie productiva de 14.400 metros cuadrados y cuentan con una plantilla de 47 trabajadores. Asimismo, en este complejo la Fundación Promiva cuenta con otro Centro Especial de Empleo (CEE) denominado Biomiva, donde trabajan otras 34 personas con algún tipo de discapacidad.