Durante una sencilla ceremonia al término de la Misa de la fiesta de la Inmaculada, el párroco Juan José Ortega bendijo las imágenes y recordó a los fieles que los dos santos destacaron por su profunda fe en la intercesión de la Virgen María, a la que siempre acudían en momentos de dificultad.
Al terminar su predicación el párroco invitó también al pintor Bonete, que ha sido uno de los promotores de la iniciativa junto a otras familias de la Villa, a dirigir unas palabras a los presentes: “Pienso que todos necesitamos hoy el ejemplo cercano de santos de nuestro tiempo para tomarlos como modelo. Ahora, cada vez que vengamos a rezarle a la Virgen en esta capilla sentiremos el impulso de la inmensa fe y confianza con que estos dos santos le pedían cosas a la Virgen. Me parece que lo necesitamos mucho en estos momentos de incertidumbre por la pandemia”.