Saltarse las dificultades

En el marco de la conmemoración del 50º aniversario de la Prelatura territorial de Yauyos (Perú), el Obispo auxiliar de la diócesis peruana de Abancay, Mons. Gilberto Gómez, pronunció una conferencia en la sede de la Biblioteca Teológica de Vigo

Mons. Gómez rememoró los orígenes históricos de la Prelatura de Yauyos, encomendada por la Santa Sede al Opus Dei, y que San Josemaría aceptó gustosamente por tratarse de un deseo expreso del papa Pío XII. Recordó asimismo las dificultades iniciales de la labor pastoral en un territorio de atormentada orografía. Situado entre los tres mil y los seis mil metros sobre el nivel del mar, Yauyos es extremadamente pobre y está aislado por falta de vías de comunicación. Además llevaba veinticinco años desprovisto de sacerdotes (la última visita pastoral se remontaba a los tiempos de Santo Toribio de Mogrovejo, fallecido a comienzos del siglo XVII).

Basándose en el trato personal que mantuvo con el primer prelado de Yauyos, Mons. Ignacio María de Orbegozo, y con sus sucesores al frente de la Prelatura, Mons. Gómez hizo una exposición de la actividad pastoral desarrollada en dicho territorio a lo largo de los últimos cincuenta años. Subrayó el impulso decidido a la pastoral de las vocaciones sacerdotales, tarea a la que se dió prioridad desde el primer momento, secundando el clarividente consejo de San Josemaría, quien desde Roma no cesaba de alentar a Mons. Orbegozo y a sus colaboradores.

Fruto de dicho empeño fue la fundación de los seminarios menor y mayor y las sucesivas ordenaciones sacerdotales de clero autóctono, de modo ininterrumpido desde 1978. Como dato anecdótico, que indica el grado de madurez de la labor realizada, Mons. Gómez aludió al reciente nombramiento episcopal del primer sacerdote ordenado en la Prelatura.       Intervino también en el acto el profesor y poeta D. José Ramón Dolarea, testigo de los primeros años de la historia de la Prelatura, quien aludió a algunas iniciativas de carácter laical puestas en marcha por el Opus Dei en el Valle de Cañete, en el territorio de la Prelatura, con la finalidad de promover el desarrollo de la población campesina, como el Instituto rural Vallegrande y el Centro de formación profesional Condoray.

D. José Ramón Dolarea

Declamando alguno de sus conocidos poemas, remembró el obsequio que hizo San Josemaría de la imagen de la Virgen María, Madre del Amor Hermoso, posteriormente bendecida por el papa Juan Pablo II, y actuamente expuesta a la veneración de los fieles en una ermita de Cañete.

La jornada finalizó con una mesa redonda en la que intervinieron algunos sacerdotes de la Diócesis de Tui-Vigo, adscritos a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, que en su día desempeñaron su ministerio en la Prelatura de Yauyos, una vez obtenida la autorización correspondiente del Obispo diocesano para trasladarse a la circunscripción andina.