Relatos y favores recibidos

Acudir en caso de necesidad a la intercesión de personas con fama de santidad, es una práctica corriente en la Iglesia. Presentamos una selección de relatos recibidos en la Oficina para la Causa de los Santos de la Prelatura del Opus Dei.

No escuchaba consejos

Hace unos meses me llamó mi hermana para decirme que su hija andaba por mal camino. Mantenía un noviazgo que no le convenía. Un día se marchó de casa, pero como es menor de edad, tuvo que regresar. Ha cambiado varias veces de escuela y tiene todos los cursos comenzados, pero sin terminar. Le escribí una carta, pero me dijo mi hermana que la había tirado a la basura: no escuchaba los consejos de nadie.

Hace tiempo que la encomendaba a Montse, pero esta situación me llevó a redoblar mi petición. Le insistía a Montse que dejase al novio y se encaminara. Unas semanas después volví a hablar con mi hermana y me contó con gran alegría que mi sobrina iba a dejar al novio. Solicitó trabajo donde trabaja su hermano mayor y la aceptaron. Además, el turno del trabajo le permitía seguir estudiando. Se lo he agradecido todo a Montse. M.C. Que mi hija sonría como tú

Mi hija ha tenido depresiones y siempre ha estado muy triste, y siendo joven no quería salir de casa. Esto me preocupaba mucho, y pedía y pedía al Señor verla al menos sonreír.

Un domingo fui a Misa como de costumbre, y a la entrada había un folleto con la foto de una niña, con una sonrisa dulce. En ese momento me acordé de mi hija y al leerlo y al rezar la oración, solamente le pedí que mi hija sonriera como ella. Todos los días rezo la oración y le pido lo mismo.

Ahora, gracias al Señor y a la Virgen por la intercesión de Montserrat Grases, mi hija no sólo sonríe, sino que sale y está alegre a pesar de su enfermedad. Hago este relato, para la beatificación de Montse.