Prólogo

“La santificación del trabajo. El trabajo en la historia de la espiritualidad”. Libro escrito por el teólogo José Luis Illanes. Décima Edición revisada y actualizada.

A mediados de 1964 trabajé en la preparación de un ensayo, que se publicó con el título La santificación del trabajo, tema de nuestro tiempo, primero en versión italiana en la revista romana “Studi cattolici“1[i], y poco después, en castellano -lengua en la que había sido redactado-, en Ediciones Palabra, donde inauguró la serie de los "Cuadernos Palabra“2[ii].

El Concilio Vaticano II se encontraba entonces en pleno desarrollo y acababa de ser promulgada la Constitución Lumen gentium, en la que se proclamaban, de manera solemne, la llamada universal a la santidad, la plena participación de los laicos o seglares en la misión de la Iglesia, el valor cristiano de las realidades temporales o terrenas. Al redactar aquellas páginas aspiraba a señalar la concordancia de esas enseñanzas magisteriales con el espíritu que animaba al Opus Dei desde su fundación, en 1928. Deseaba, además, ofrecer algunos datos que contribuyeran a poner de manifiesto el lugar y la trascendencia que cabe atribuir al Opus Dei en la historia de la espiritualidad cristiana, precisamente como consecuencia de su aportación en orden a la valoración de esa realidad, absolutamente capital para nuestro existir en el mundo, que es el trabajo, y más concretamente el trabajo profesional, es decir, el trabajo asumido como condición estable de vida, de la que depende la personal inserción en la sociedad de los hombres3[iii].

Dos años más tarde, al publicarse la tercera edición, rehíce algunas páginas, con la intención de mencionar algunos textos del Concilio Vaticano II, aprobados en noviembre y diciembre de 1965, y por tanto después del período de la primera redacción, en los que se habían hecho importantes referencias al tema del trabajo: el Decreto Apostolicam actuositatem y la Constitución Gaudium et spes. Se trató, sin embargo, de simples retoques, que no implicaron cambios importantes en el conjunto de la obra, puesto que una tal tarea me pareció entonces innecesaria. No ocurrió lo mismo en 1979, cuando realicé una revisión con vistas a la sexta edición, destinada a publicarse en 1980, ya que, en ese momento, consideré necesario proceder a una verdadera reelaboración. Me impulsaron a ello no solo el transcurso de los años, que implicaban una ampliación de las perspectivas, sino también, y especialmente, algunos acontecimientos de singular importancia en relación con el tema objeto de estudio: el fallecimiento del Fundador del Opus Dei, ocurrido el 26 de junio de 1975, y la posibilidad de disponer de fuentes nuevas, ya que, entre una y otra fecha (1965 y 1979), se habían publicado diversos escritos suyos.

Cuando redacté la primera versión de este ensayo, me basé, fundamentalmente, en el más conocido de los libros del Beato Josemaría Escrivá, Camino, y en algunos textos provenientes de sus Cartas, su catequesis y su predicación, que pude consultar. Entre 1966 y 1968, el Fundador del Opus Dei concedió a diversos periodistas europeos y americanos algunas entrevistas, que luego se recogieron en un volumen: Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer (1a edición, 1968). A partir también de esos años, empezó a preparar para su publicación algunas de las numerosas homilías que había predicado a lo largo de sus intensos años de actividad sacerdotal; como fruto de ese trabajo, se publicaron un total de 39 homilías, la mayoría de ellas recogidas en dos volúmenes: Es Cristo que pasa (1a edición, 1973) y Amigos de Dios (1a edición, 1977).

Ese amplio material invitaba a reemprender la tarea que había realizado catorce años antes. Afrontar ese reto de forma radical, reflejando toda la multitud de ideas, datos y matices que ofrecían las nuevas publicaciones a las que acabo de hacer referencia, hubiera supuesto prescindir por entero del ensayo primitivo y lanzarse a preparar un libro totalmente nuevo. Durante algún tiempo me tentó ese pensamiento, pero acabé, no obstante, siguiendo otro camino, ya que consideré plenamente válido el ensayo de 1965 y me pareció que merecía la pena conservarlo. Me limite, pues, a completarlo y a ampliarlo, incluso con cierta extensión, pero manteniendo intactas no solo las líneas de fondo, sino el enfoque y la estructura. Así lo señalé en el prólogo, fechado el 8 de diciembre de 1979, que preparé para la sexta edición, a partir de la cual decidí modificar el título para acortarlo y subrayar más lo substantivo y menos lo cronológico, llegando así al actual: La santificación del trabajo4[iv].

En octubre de 1999 recibí una carta de Ediciones Palabra en la que se me animaba a revisar el libro, para proceder a una nueva edición revisada. Volví a experimentar los mismos sentimientos que veinte años antes, agudizados por el acumularse de los años y de los sucesos, algunos de especial significación, de entre los que destaco tres: la publicación por Juan Pablo II el 14 de septiembre de 1981 de la Encíclica Laborem exercens, sin duda alguna el documento pontificio más importante en relación con el trabajo y su significación teológica y espiritual; la erección en 1982 del Opus Dei en Prelatura personal, completando así un proceso que, situado a nivel jurídico, presuponía, no obstante, un amplio trasfondo teológico; la Beatificación el 17 de mayo de 1992 de Josemaría Escrivá de Balaguer, con cuanto desde una perspectiva eclesial y espiritual implica un acontecimiento de ese tipo. No obstante, después de pensarlo detenidamente, me volví a reiterar en la decisión tomada dos décadas antes: revisar el texto de 1965, pero respetando no solo el esquema original -un capítulo primero de carácter introductorio, seguido de otros dos, más amplios, destinados a ofrecer una descripción de las líneas básicas del mensaje del Fundador del Opus Dei respecto a la santificación del trabajo-, sino también el tenor general de la obra. Y, en consecuencia, introducir algunos retoques y ampliaciones -también por lo que se refiere a la bibliografía-, pero sin pretender recoger ni la investigación de fuentes ni los desarrollos especulativos acontecidos con posterioridad. En suma, decidí proceder no a una reelaboración, sino a una revisión. Tal es, pues, el libro que ahora se publica.

Al redactar el prólogo para la sexta edición, señalé que tenía la satisfacción de escribirlo en 1979, entre los cincuentenarios de dos fechas fundacionales del Opus Dei: el 2 de octubre de 1928, en el que el Beato Josemaría Escrivá vio con claridad la empresa fundacional -la promoción de la santidad en medio del mundo- a que Dios lo llamaba, y el 14 de febrero de 1930, en el que esa compresión fue completada al percibir que el fenómeno pastoral e institucional del Opus Dei debía estar abierto, en unidad de espíritu, no solo a varones, sino también a mujeres. También ahora, de cara a esta edición, me es dado evocar una efemérides que merece ser expresamente señalada: la celebración, dentro de pocos meses, el 9 de enero del 2002, del primer centenario del nacimiento del Beato Josemaría Escrivá. Sirva, pues, este libro de homenaje a su figura y de contribución -así lo espero- a la difusión del mensaje que Dios le confió.

Pamplona, 19 de marzo del 2001

Festividad de San José

[i] 1 La santificazione del lavoro, tema del nostro tiempo, en «Studi cattolici» 57 (1965) 33-59.

[ii] 2 Ediciones Palabra, Madrid 1966, 88 páginas.

[iii] 3 He hecho ya referencia a la génesis de este ensayo, en el prólogo a otra de mis obras: Ante Dios y en el mundo. Apuntes para una teología del trabajo, Eunsa, Pamplona 1997, pp. 11-13.

[iv] 4 Se publicó, siempre en Ediciones Palabra, en 1980, constando de 184 paginas.

Jose Luis Illanes